“Confesaré humildemente que yo preferiría tener mi zapato descosido a mi verso mal rimado, y que pasaría muy gustoso sin botas antes que quedarme sin poemas” Gautier
Hay actividades que para muchos resultan extrañas en la vida de las personas y de las que éstas gozan aún siendo conscientes de que no les aportarán ningun beneficio económico; como son la pasión por la cultura, por la literatura, por el arte, por la filosofía, por la ciencia y por todo saber.
Acostumbrados a que el tiempo es oro y a asociarlo siempre con la productividad y con su consecuente rentabilidad, hemos adquirido el vicio de contabilizarlo todo, incluso el tiempo perdido.
Poco a poco, muchos de nosotros vamos perdiendo aquel don del que disfrutábamos sin culpa cuando éramos niños; la capacidad de perder el tiempo y de perdernos con él en una actividad que no generaba ningun otro beneficio, mas que el de engrandecer nuestro espíritu.
Es llamativo como al final de la vida los moribundos suelen considerar al tiempo perdido, como al único tiempo ganado. Los paseos por la playa, la novela bajo el nogal, las tertulias sobre arte, el baile, la pintura, el juego con los niños, la música, las tardes en el parque o el canto con los amigos.
En una época obsesionada con la actividad, la productividad y la acumulación, resulta difícil desengancharse y hacer un hueco para un vacío que no ansíe siempre un beneficio.
Si hay algo en lo que las máquinas sin duda nos superarán es en actividad y en rendimiento, pero las pobres no sabrán nada sobre la sensación de perder el tiempo leyendo una novela o disfrutando una sinfonía, porque han sido diseñadas únicamente para ser útiles.
La característica más humana es la posibilidad para lo inútil, esa inmunidad al beneficio que sólo sirve para engrandecer el espíritu y que se evidencia en los que aman el arte, la música, las letras, las ideas y la ciencia. Esos seres que perdidos en sus pasiones y sin especulación alguna, son guiados hacia un espacio extraño, al que algunos llaman libertad y otros sabiduría.
Esa tendencia por lo inútil es algo que las máquinas nunca comprenderán porque la utilidad es el adn de toda máquina, mientras que la inmunidad al beneficio es un don del que saben disfrutar algunos hombres.
JR
“ Es curioso que a la hora de morir la pérdida más valiosa resulte ser la de todo aquello que era gratis o inútil” JR
La vida esta para disfrutarla!! Creo que lo mejor es fijarte objetivos personales, laborales, etc.. y todo es más fácil! Gracias por el artículo
Que verdad ! Y la de compartir con una amigo un momento, que te llena de felicidad y alegría. No hay momentos perdidos sino ganados siempre , por lo menos así lo siento yo!
cuando se deja de disfrutar y el ser se apaga es alli donde debemos cambiar, una nueva vida por que la pasada queda demostrada que ya es hora del cambio!