«Almas de Luz»

Detrás de una apariencia poco política, detrás de un pelo despeinado, del look de rockero y de un discurso económico y técnico, se esconde un alma llena de luz.

El candidato elegido a presidente en la República Argentina no es un político de carrera, de esos a los que estamos desgraciadamente tan acostumbrados, esos que no han hecho otra cosa que ir calentando sillas en distintas instituciones públicas y trepando como ratas para conseguir puestos a base de enchufes y de acomodos. Puestos para los que sin duda, no están ni formados ni capacitados.

El señor Milei es ante todo un profesional de la Economía que lleva décadas dando clases y conferencias por todo el mundo, un ser que no necesitaría complicarse la vida intentando salvar al pueblo argentino y sin embargo está ahí, aguantando a las mafias políticas y a la prensa marxista dedicada a destruirle a cada paso.

Le esperan años duros de mafias, paros, amenazas y piquetes. Pero allí está, esperanzado, siempre trabajando, siempre inclusivo, agradecido, accesible, sincero y disponible.

¡Cuánta alegría por Argentina y cuántas ganas de tener un Milei en cada territorio!

Mientras a algunos nos tocan dictadores capaces de vender a su madre por el poder o señoritos educados en la oposición, más preocupados por quedar bien que por defender la Constitución y las instituciones de sus países, ellos tienen a Milei.

¡Quién pudiera tener un candidato valiente, aguerrido, profesional, inteligente, cercano al pueblo y a la vez con ese toque de dulzura que irradia y que lo ha hecho un ser amado por los argentinos, que le han dado más de 14 millones de votos.

Milei es un alma de luz, esas a las que invocan todas las personas religiosas en sus misas, en sus templos y en sus ritos desde los principios de la humanidad.

El hombre pide ayuda, guía, líderes, salvadores y Mesías, a los que cuando tienen en frente, la gran mayoría es incapaz de reconocer. Esta vez la Argentina lo vió y lo vió a tiempo.

Mientras la mitad del mundo le critica, la otra mitad lo desea. ¿Quién pudiera tener dos cosas inigualables que tienen hoy los argentinos? Un Messi y un Milei.

Mientras la izquierda, la prensa marxista y las derechas cobardes y acomplejadas se llenan la boca de críticas, mentiras, bulos, envidia y malas predicciones, este ser lleno de luz brilla desde el sur, con su mirada valiente, su ropa sencilla, con un proyecto firme, con la palabra clara, justa y sincera; y la esperanza para un país al que la izquierda ha dejado en ruinas.

JR