«Sin Derecho al Pesimismo»

 

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Los norteamericanos inauguraron en su Constitución de 1776  un nuevo derecho y éste fue el derecho a la felicidad, que se estableció en la Declaración de la Independencia de Estados Unidos.

Los americanos y luego los europeos, fieles a este nuevo precepto, lo han llevado hasta el extremo, causando como daño colateral en sus intentos por motivar a una población obligada a ser feliz;  el indice mas alto de población medicada por depresión y por ansiedad del mundo.

El derecho a la felicidad se ha convertido en una suerte de obligación y quien no la consiga está por lo pronto; desaprovechando algo que le ha sido otorgado por ley. 

Sin embargo, ninguna Constitución nos ha otorgado aún el derecho al pesimismo, por lo cual su ejercicio no está aún amparado por la ley y es algo a lo que sin querer, concebimos como a un delito.

Todos tendemos a condenar al pesimismo, aunque haya sido gracias a él que la humanidad se ha liberado de muchas esclavitudes que le prometían al ser humano cosas que no eran ciertas, y a las cuales el optimista siempre veía bien. 

La actitud optimista está hoy ligada a una ceguera protectora o a un consumismo voraz y variado, que prefiere no mirar o mirar otra cosa, para no ver. Y este no ver implica muchas veces no tener que actuar en consecuencia a aquello que se ve.

Este tipo de optimismo negador esconde en realidad a una cobardía o a una comodidad, pero desenlaza inevitablemente en una patología.  

Por otro lado, todo pesimismo que no implique una acción consecuente después de mirar aquello que está mal, sigue siendo igual de inútil y de patológico, ya que lo único que lograría hacer del pesimista alguien valioso seria su acción consecuente. O sea, que el pesimista observador de la realidad actuara acorde a su denuncia para modificar la negatividad percibida.

Si esto no sucede, el pesimista resulta ser igual de ineficaz que el optimista ciego.

La intención de este nuevo y revolucionario derecho a la felicidad concebido en 1776, era buena además de novedosa, pero su interpretación desgraciadamente, repercutió de manera negativa porque no supimos ver aquello que se escondía detrás de las palabras.

¿Esa felicidad a la que aquellos fundadores hacían referencia era sólo la mía, o era la de todos? ¿ El derecho a la felicidad que se me otorga la Constitución, es el logro de mi felicidad individual únicamente o es el derecho a buscar además la felicidad colectiva? 

Hasta ahora la hemos interpretado como al derecho a la felicidad individual y hemos intentando alcanzarla a fuerza de hipotecas, créditos, excesos y consumo en todas sus variantes, pero sin demasiado éxito porque hemos perdido de vista que la felicidad nunca es posible, si mi esfuerzo por la felicidad no incluye también a la búsqueda de la felicidad del otro.

JR

«El Aula Viva»

«Cuando un niño se acostumbra a no ser escuchado, va aprendiendo poco a poco a callarse.» JR 

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«Este año me ha tocado un grupo de niños con mucha vida»_  comenta Ana.   «Son niños inquietos, llenos de preguntas y que están constantemente levantando la mano para participar y relatar sus experiencias.»

Pero Ana tiene un programa muy extenso que cumplir en este tercero de primaria, en donde se han incluído muchos mas temas de los que había el año pasado.

Ella intenta desesperadamente hacer callar a todos estos niños vivos, que desean contar sus cosas y preguntarlo todo. Porque las horas de clase no resultan ser suficientes para enseñar el larguísimo temario y disponer además, de la posibilidad de escuchar a los niños.  Hay que elegir entre una cosa y la otra, y Ana no tiene opción.

Su trabajo es cumplir con el temario, enseñar multiplicaciones, divisiones de dos y de tres cifras, problemas y hasta números romanos y sistemas de medición en este nuevo tercero, porque hoy en día la competencia es tan feroz, que ya no hay tiempo para ser niños.

Sin embargo, sus alumnos se empeñan en estar vivos; hablan sin parar, están llenos de preguntas y tienen mil cosas para contar.

Ella intenta explicarles que necesitamos callar urgentemente todas sus preguntas y los maravillosos planteamientos que traen, en pos de algo a lo que consideramos ser hoy mucho mas importante.

Pero mientras les transmite este mensaje, Ana sueña con tener un espacio que sea sólo para ellos y al que llamaría«el espacio de las ideas».

Este seria un rincón en donde todo aquello que los niños traen, sería lo único importante.  Una hora mágica semanal, en donde cada uno pudiera exponer voluntariamente algo que le haya sucedido y las preguntas que le han surgido a partir de aquello.

Compartir con la clase sus dudas, sus sueños y hablar entre todos sobre mil temas imprevistos y fuera del temario, pero que incluirían a las cosas que a los niños les inquietan y les preocupan.

 Este seria además un espacio de trabajo grupal, en donde la herramienta principal sería su inteligencia viva, que enlazaría los sueños singulares, en un engranaje hecho en conjunto.

Las horas de recreo no sirven para descargar toda la energía que traen estos niños vivos, porque la energía de las ideas es una energía totalmente distinta a la energía del patio; una que precisa de un guía y de una escucha que la potencie.

Alguien que esté atento a aquello que estos niños traen al mundo, a esa inteligencia fresca que aún preservan y a esa forma de mirar tan cristalina, que nosotros ya hemos perdido.

Cuando escucho a Ana, me pregunto cómo hemos llegado nosotros a perder esa capacidad de mirar y de generar ideas. Y luego comprendo que cuando la inteligencia se acostumbra a no ser escuchada, va aprendiendo poco a poco a callarse.

Uno acepta con el tiempo que aquello que tiene para decir a nadie le importa, y es entonces cuando te limitas sólo a escuchar aquello que los demás te establecen como importante.

Así te vas olvidando de tus preguntas, de tus sueños y de aquello para lo cual habías venido a este mundo. Y un día ya no sabes quien eres, porque te has vuelto una copia exacta a todos los demás. 

Es entonces cuando el aula se vuelve silenciosa y muerta; un espacio uniforme de loros que repiten al unísono siempre las mismas cosas y que sólo aspiran a conseguir una buena nota.

Jóvenes que se han olvidado de preguntar, de descubrir, de crear y de hacer realidad todos esos sueños singulares que hoy se han dormido, pero que estaban vivos en primaria. 

JR

«Un día descubres que no sabes quien eres, porque te has vuelto exacto a todos los demás.» JR

«El Nobel del Poeta»

«Cuando las letras son capaces de despertar a un alma se convierten en magia y la Literatura en un arte útil.» JR

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Los suecos nos enseñaron a todos que era posible meter una biblioteca dentro del coche y armártela tú mismo en casa, amoblar tu piso con poco dinero y darle el Nobel de Literatura a un poeta con guitarra. 

¿Qué es al final un poeta, sino un rockero que escribe? Una de esas almas libres que se empeña en mirar el mundo, con una mirada nueva y que nos hace ver de forma diferente a las mismas cosas.

Muchos se han emocionado con este premio, y muchos otros han protestado porque sentían que Dylan no respondía al modelo de erudito estipulado a ganar el premio Nobel.

Muchos escritores escriben para ganar un premio y consideran que no es justo que se lo entreguen a alguien que nunca lo ha buscado. Aunque la sinceridad de alguien que no busca  el reconocimiento, no tiene comparación con aquella ambición mezquina que tiene el escritor consagrado, que escribe haciendo alarde en su obra de su destreza literaria, que derrocha ego y carece muchas veces de autenticidad.

El erudito escribe con un objetivo distinto al del poeta, que se enreda y se deja llevar por los sentires que transmite la experiencia, sin pensar en el juicio, ni en el premio.

Quizás alguien pensó que no había vanidad en las letras, pero el mundo intelectual es a veces corrupto y ambicioso como cualquier otro.  Es difícil encontrar hoy unas letras que no busquen lucirse, sino sólo despertar un alma como las que despierta el poeta.

Nunca se había hablado tanto del premio Nobel de Literatura como este año, y sospecho de que quizás el Nobel sueco se pudo haber asesorado con algún gurú del marketing, que le vaticinó que el efecto sorpresa le reportaría buenos beneficios.

Pero aquellos que amamos a los poetas místicos, preferimos pensar en que éste ha sido un avance y que pasamos de darle el premio a Vargas Llosa en 2015,  para dárselo a un sabio este año.  

Y mientras muchos como él protestan y denigran, hoy mas que nunca recuerdo al caballero de la Mancha: «Ladran Sancho, señal de que cabalgamos».

 

JR

«Refugiados: el problema debajo del problema»

«Salvar a los niños de la guerra y de la pobreza incluye salvar a los niños del Islam, que es quien impone a la guerra santa como método de salvación. Y éste debería ser el primer objetivo para alguien que de verdad profesa el humanitarismo.» 

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Hablar de refugiados es hoy hablar de la responsabilidad de Europa frente a este problema. Europa carga ahora con la absoluta responsabilidad sobre una civilización que se ha estancado en el tiempo y que ha propagado en su pueblo la pobreza, la falta de educación y la barbarie.

La causa real de la desgracia de los refugiados es el Islam y sus guerras Santas. El Islam ha hecho que su pueblo viva hoy en la mas absoluta pobreza y precariedad en todos los territorios por donde se extiende.

 Ha mantenido a su pueblo alejado de la educación y de la civilización, en nombre de un profeta que enaltece a la guerra, como a la mas suprema forma de religiosidad. 

Pero resulta contradictorio que al llegar a Europa se exija y se ofrezca la enseñanza del Islam en las escuelas públicas europeas, ya que esto significa seguir propagando la barbarie y el odio del Corán; ahora entre las nuevas generaciones que habitan en Europa.

Salvar a los niños de la guerra y de la pobreza incluye salvar a los niños de Islam, que es quien impone a la guerra santa como método de salvación. Y éste debería ser el primer objetivo para alguien que de verdad profesa el humanitarismo. 

Salvarlos del Islam no es convertirlos al catolicismo como creen algunos,  porque una religion primitiva no se cura con otra religión primitiva, sino con civilización e inteligencia.

Civilizar a una población es ofrecerle todos los progresos que hemos alcanzado hasta hoy; educación, medicina, psicología, bienestar y legalidad.   

Salvar a los refugiados es ante todo, frenar el crecimiento de la barbarie que propagan las religiones, para darles la oportunidad  de conocer un mundo que es capaz de vivir en  paz; una posibilidad que la religión nunca les ha ofrecido. 

JR

«Una religión primitiva no se cura con mas religión, sino con civilización e inteligencia.» JR

«El Precio de la Vida Eterna»

«Los tiempos han cambiado a los elementos, pero mientras el hombre siga buscando siempre las mismas cosas, los nuevos elementos serán igual de peligrosos y de destructivos para su libertad»  JR

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Hay muchas empresas de seguridad hoy en día y habrá muchísimas más en el futuro, garantizándonos seguridad en todos los aspectos. Pero si nos remontamos a las mas antiguas y rentables deberíamos mirar a las precusoras en este rubro, que son sin duda las religiones.

Estas marcas se convirtieron en las empresas de seguridad mas rentables a lo largo de la historia porque han sabido identificar a las dos grandes inquietudes del ser humano, que son el anhelo de saber y el deseo de ser eterno. 

Utilizando a estas dos inquietudes intrínsecas a todo ser humano, las religiones establecidas han inventado diversas historias y múltiples respuestas a todos los misterios desconocidos de la existencia. Desde la creación hasta la resurrección, pasando por la reencarnación en Oriente y la explicación al sufrimiento como forma de expiación por los errores de vidas pasadas, o como garantía de una vida futura y paradisíaca en recompensa, en el cristianismo y en el islam.

Esta pseudoseguridad de la que han intentado proveernos las religiones, ha tenido por supuesto un precio muy alto y éste ha sido el de nuestra libertad.

Con sus historias y sus explicaciones las religiones han obstruido el anhelo de saber en el ser humano, ya que toda explicación que implique un acto de fe, anula  la capacidad de inteligencia y la condena, de la misma forma en que las religiones han condenado siempre a la Ciencia.

Es decir, en cuanto algo aparentemente improbable se establece como dogma o como acto de fe irrefutable, se garantiza la creencia. Y cuando la creencia aparece, la inteligencia se apaga porque se detiene en el hombre el ansia de buscar.

El ser humano se acomoda así en una creencia que le da una seguridad ficticia, pero que para él resulta suficiente porque es capaz de darle una respuesta  y calmar su miedo.

Para crear una gran marca es importante saber contar una buena historia e incluir en ella muchas promesas que tengan que ver con las inquietudes de tu público. A cambio de esas promesas, conseguirás sin duda la fidelidad de tus clientes. Ellos te seguirán y te apoyarán, mientras crean que tu marca les provee de aquello que ellos necesitan.

Pero una marca normal no goza de tantos beneficios como los que gozan las marcas de las pseudoreligiones, ya que poseen un riesgo al que denominan atención al cliente. Este departamento es aquel al que recurrimos cuando un producto no ha logrado satisfacer nuestras expectativas. Y toda empresa es consciente de que un cliente disconforme que propaga su descontento al resto de los seguidores de una marca, puede sin duda destruirla.

Este departamento no existe en las pseudoreligiones, ya que el producto que éstas te venden sólo se obtiene después de la muerte, sin ofrecer al consumidor la posibilidad de expresión, ni de reclamo.

¿Será éste el nuevo modelo de éxito de marca en el futuro? ¿Prometer una seguridad, una vida eterna y una explicación al misterio que no ofrezcan ninguna posibilidad de reclamo, porque en el camino hacia esa seguridad nos habremos convertido en seres sin posibilidad de inteligencia ni de libertad para hacerlo?

JR

«Las nuevas tecnologias manejadas por manos que sólo ansíen el dominio y el poder en vez del progreso inteligente del ser humano, resultarán ser igual de destructivas que las viejas creencias» JR

«La Diversidad es el Patrón»

«Si la diferencia es uno de los patrones que nos conforma, ¿Por qué seguir empeñándonos en ser todos iguales?» JR

 

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No existe en la creación ninguna evidencia de igualdad y eso se manifiesta en los elementos que la componen. No hay en la creación una raza de animales igual a la otra, ni una especie de flor igual a la otra, ni una raza de hombre igual a la otra, ni siquiera un ser humano igual a otro.

Pareciera que la diversidad es uno de los patrones que rigen a esta existencia misteriosa, que nunca se repite a si misma. Como si la creación tuviera que ver con esa capacidad de transformarse todo el tiempo en algo distinto, sin limitarse a crear siempre cosas iguales.

El ser humano se ha movido siempre en busca de una igualdad que la existencia no conoce y en sus torpes intentos se ha aislado y dividido cada vez más.  Mucho mas tarde se ha dado cuenta de que sus fines estaban en disonancia con los principios básicos de la naturaleza.

Si la diferencia es entonces uno de los patrones que nos conforma, ¿Por qué seguir empeñándonos en ser todos iguales?

Conocer el valor de la diferencia que nos hace a todos distintos, puede ser el conocimiento que necesitamos, para entretejer un mundo que necesita de la peculiaridad.  Dándonos la oportunidad de reconocer y de valorar a la individualidad en cada uno.

Pero convertirse en un individuo es un proceso duro y trabajoso porque debes deshacerte de todo aquello que no era tuyo y a lo que habías incorporado, pensando en que sí lo era.

Ser solamente un ser humano, no nos convierte en individuos, porque convertirse en un individuo tiene que ver con llegar a descubrir tu individualidad, eso que te hace diferente, eso que te hace único.  

De esa separatidad que nace con el nacimiento de un individuo, nace a su vez la necesidad de unirse al resto de individuos para funcionar de una forma complementaria y conjunta, de la misma manera en que funcionan todas las piezas de un engranaje; que aunque siendo todas distintas entre sí; logran que una maquinaria funcione.

¿Cómo funcionaría una máquina, si todas sus piezas fueran iguales? 

Si la diversidad es el patrón del funcionamiento, entonces en la diversidad está la clave para funcionar en conjunto. 

JR

 

«Convertirse en un individuo es un proceso duro y trabajoso, porque debes deshacerte de todo aquello que no era tuyo y a lo que habías incorporado, pensando en que sí lo era.» JR

«El Músculo Inútil»

«La alternancia en el uso del músculo es importante porque el uso excesivo de cualquiera de ellos produce tensión y el uso nulo produce atrofiamiento.» JR

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El camina con su camiseta ajustada y su espléndida musculatura cultivada a fuerza de gimnasio; mientras ella carga sola con las bolsas del supermercado, observando desgarbada a aquellos músculos inútiles que sólo sirven para admirar y admirarse frente al espejo.  

Ella cree que mientras el músculo siga siendo sólo un elemento decorativo es inofensivo, pero cuando aquel músculo inútil para el trabajo y que se encuentra siempre descansado se combina con la falta de cerebro, se vuelve un elemento extremadamente peligroso.

Ella sigue andando lento y al pasar por una escuela, oye el sonido de la voz de un profesor que sale por la ventana y que repite siempre la misma lección a sus alumnos, sin intentar despertar a ninguna inteligencia con su discurso. Limitándose a cumplir con el temario que le marca el Ministerio de Educación de «cómo educar a nuevos loros», que muy pronto descubrirán también, el duro entrenamiento que requiere llegar a tener un músculo inútil escondido dentro del cráneo.

Los políticos necesitan y fomentan este tipo de enseñanza para poder gobernar tranquilos porque el tipo de personas que genera, suele ser gente muy manejable y repetitiva  

La alternancia en el uso del músculo es sumamente importante porque el uso excesivo de cualquiera de ellos produce tensión y el uso nulo produce atrofiamiento. Es por eso que la salud se encuentra siempre en ese equilibrio griego, que combinaba al deporte con el arte, la ciencia y la filosofía para lograr el desarrollo de un ser humano completo.

Hoy el músculo se adora y se venera junto al balón, que ocupa un espacio predominante en la cultura actual, de la mano de la prensa rosa, el videojuego y el periodismo tendencioso. Estos son los elementos que la política necesita como arma masiva de distracción, para seguir entreteniendo al pueblo, mientras todo se derrumba a su alrededor.

Siempre me pregunté qué estarían haciendo los romanos mientras su imperio caía, y hace muy poco confirmé que mientras el imperio se derrumbaba, los romanos jugaban. Los juegos, las apuestas y todo el negocio que rodeaba al juego, mantenía al pueblo totalmente ajeno de lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

Por eso no es de extrañar que las primeras medidas que toman siempre los gobiernos populistas sean fútbol gratis y entretenimiento para todos.

Cuando logras el atrofiamiento del músculo adecuado, generas a un ser humano que en vez de cerebro, tiene por encima del cuello a un balón. Su vida gira en torno al balón, sus aspiraciones y sus pensamientos giran en torno al balón y sus alegrías, sus odios y sus amores giran también en torno a un balón.

Hay balones para todos los gustos y cabezas que se van moldeando de acuerdo a la forma y al tamaño de cada pelota. Y la sintomatología de esta patología es la de convertir a la forma de tu cráneo en la pelota a la cual veneras, o sea, te vas convirtiendo poco a poco, en un pelotudo especializado.

Esta palabra argentina, describe a la perfección a una persona que de tanto balón, queda  incapacitada para razonar nada que quede fuera de este tipo de redondez deportiva. Un insulto para algunos y sin embargo, sólo un adjetivo que describe a la perfección a un colectivo masificado.

Nelson Mandela sin embargo, supo ver en el balón al elemento de distracción necesario para un pueblo concentrado en el odio y dividido en todos los aspectos.  El balón supo distender la mirada y enfocarla en otro lado, para lograr así un equilibrio que resultó ser tan constructivo como sanador para Sudáfrica.

La llave para la integridad del ser humano reside en buscar siempre un equilibrio y en saber cuando es necesario ejercitar un músculo y descansar otro, para que ninguno se tensione y ninguno se atrofie, sino que todos se enriquezcan en conjunto, como si fueran un engranaje que se necesita y se retroalimenta.

De esa manera, la caída del imperio no nos pillaría nunca por sorpresa y tampoco nos clavarían un gol en el ángulo en el último minuto, que nos derrumbe y nos haga perder el partido por haber entrenado demasiado a un cerebro pelotudo.

JR

«Inmunes al Espanto»

 

«Me enseñan más tus ojos vivos, que todos los libros de los muertos» JR

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Hace unos días acompañamos con gran entusiasmo a gente muy querida en la celebración del Año Nuevo Judío. Durante la cena nuestro anfitrión leyó algunas oraciones en hebreo, que ninguno comprendió, pero que resultaron entretenidas para todos y luego comenzó a relatar la historia del profeta Abraham, para aquellos niños que nunca habían oído hablar de él.

De pronto vi a Marc llevarse las manos a la cabeza escuchando perplejo aquel relato; en el que ese Dios, al cual todos celebraban esa noche, había pedido a su seguidor mas fiel que matara a su único hijo como muestra de fe.

La cara de Marc rozaba el espanto y de pronto me dí cuenta de que todos los demás nos habíamos vuelto inmunes a la crueldad y a la incongruencia, sin percatarnos del daño que hacíamos al intentar heredarlas a nuestros hijos.

«¿Y que pasó entonces? «preguntaba Marc con las manos aún en la cabeza y atento al asesinato.

«Al final, Dios paró a tiempo y le dijo a Abraham que sólo le estaba probando» prosiguió el relato. Pero esto espantó a Marc aún mas.

¿Qué clase de prueba era esta? ¿Qué clase de Dios era ese?

«Tranquilo Marc, nosotros jamás le haríamos caso a un Dios así» intervine yo para  tranquilizarle.

Por un momento me cambié de sitio en la mesa e intenté habitar por un segundo dentro de esa inteligencia aún despierta, que posee la cualidad de escuchar claramente, sin necesidad de dogmas.

«Si este es el Dios al que adoráis, entonces yo estoy en peligro». pensó Marc aterrorizado. «Esta gente desquiciada alaba a un Dios que como prueba de fe les pide a sus fans que sacrifiquen a su hijos».

Luego me trasladé a la mesa de Pascua, en donde el mismo Dios cristianizado, alardea cada año de un amor sin limites, que le ha llevado a enviar a su único hijo a morir crucificado por nosotros.

¡Pero qué manía esta de amar, siempre matando a los hijos!

Todos estos amores psicóticos se propagan y se alaban sin descanso, hasta que logran hacerte entrar en una ceguera colectiva, en la que semejantes incongruencias dejan de sacudirte y empiezas entonces a aceptar al amor psicótico como divino.

Y así es como la mas siniestra de las películas de terror, se transforma entonces para nuestros ojos ciegos en la mas sublime de las historias de amor.

Aún le falta al pobre Marc enterarse de que la religión de la paz ( el Islam)  ofrece también a sus propios hijos a inmolarse en los mercados en pleno siglo 21. Y descubrir con espanto cómo las madres entregan en una ceremonia religiosa a sus hijas pequeñas, junto a sus tías y a sus abuelas, a Alá como muestra de fe.  Le colocan entre todas el chaleco bomba y una furgoneta recoge a la niña para trasladarla al mercado, en donde se llevará a cabo la gran prueba de amor.

Así transitamos a ciegas por este mundo religioso que esconde a tantos peligros; inmunes al espanto y sin llevarnos las manos a la cabeza por nada que valga la pena.

Exaltando sin rubores la incongruencia  y haciendo alarde de tradiciones perversas, como si perpetuar la ceguera fuera un trabajo sagrado.

Y apagando sin reparos ni remordimientos, a las pocas inteligencias que aún están encendidas y que son lo único salvable y a lo que sin embargo, no salvamos. 

JR

 

«La Adversidad como Valor»

¿Será acaso la adversidad aquello que descubre a la felicidad, como sucede con todos los demás opuestos? JR

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«Hoy ha sido mi peor día» decía mi hijo antes de acostarse.

Un niño mayor le había destruído la pequeña casita que Marc había construido con ramas en el patio del colegio y luego le había cogido de los pelos y le había hecho comer arena.

Sin duda éste había sido el peor día para él, porque la adversidad no es algo que le resulte cotidiano, pero muy pronto será algo que deberá aprender a identificar y a transformar en otra cosa.

Vivimos dentro de una sociedad en donde la adversidad se condena y la felicidad se ha puesto de moda. Y lo ha hecho como sucede con todas las modas, con esa frivolidad tan característica que posee toda quimera.

Todo aquello que represente un esfuerzo o una dificultad se descarta rápidamente, como si el proceso de la felicidad pudiese suceder, sin contener a la adversidad dentro de su ecuación.

Hoy el lema es ser feliz a cualquier precio y eso implica descartar sistemáticamente todo aquello que moleste o incomode o que implique un esfuerzo demasiado grande, al que se entiende hoy, como a un impedimento para llegar a una felicidad; que al final siempre resulta ser poco probable y duradera  y además sumamente degenerativa.

Este tipo de felicidad pop, degenera a un ser humano que descarta al dolor, a la superación de la adversidad y al esfuerzo, como si se tratara de una peste sumamente contagiosa e inútil. Sin entender que el malinterpretado mensaje Budista de evitar el esfuerzo para que todo suceda naturalmente, nace de un concepto de opuestos, en el cual se exige soltar el esfuerzo, recién después de haber llegado al máximo nivel de esfuerzo.

¿Cómo soltar aquello que no se posee? ¿Cómo dejar aquello que jamás se ha tenido? 

¿Qué reto supone para alguien que nunca se ha esforzado, dejar el esfuerzo? 

Si la vida se rige por los principios de tomar y soltar, la adversidad y la felicidad no serán tampoco la excepción.

Siempre me ha asombrado como aquellos países que han tenido los climas y entornos mas adversos, han generado a los pueblos mas fuertes y cómo aquellos lugares con los climas mas suaves, han generado a poblaciones en donde el esfuerzo no ha sido la constante y en donde el resultado es siempre un pueblo flojo y entregado al menor esfuerzo, que rehuye del trabajo y se preserva de la adversidad, con la excusa de que la felicidad debe suceder sin esfuerzo, pero sin ser conscientes de que es sólo después de soltar un enorme esfuerzo, cuando surge la verdadera virtud.  

El recogimiento que exigia el invierno, debido a la crudeza de las bajas temperaturas, exigía a los pueblos un trabajo intenso y a conciencia durante la primavera y el verano porque le exigían al hombre proveerse de todo lo necesario para las épocas mas duras. Y el despertar de la primavera explotaba luego en colores y en poesía, cuando aquellos que habían sufrido, nos hacían conscientes de la felicidad que había en el color y en un rayo de sol, mientras el contraste estallaba en impresionismo y el trabajo duro se convertía en progreso.

¿Será acaso la adversidad aquello que descubre a la felicidad, como sucede con todos los demás opuestos?

La vida no es un lecho de rosas y la adversidad es sin duda la semilla de la cual florece cualquier  progreso.

Habrá sin duda mucha otra gente que te hará comer arena a lo largo de tu vida y eso te ayudará a comprender que se siente, cuando el poderoso abusa del débil.

Y si alguna vez llegas a ser fuerte y poderoso y presencias el dolor del otro, no deberás olvidar la casita de ramas de tercero de primaria y el sabor seco que tiene la arena para aquellos que no pueden defenderse.

El valor del dolor radica en que es capaz de volverte empático con aquel que sufre y tu desafío es generar esa transformación y no dejar que el dolor se convierta en resentimiento, sino en empatía.

Empatía o resentimiento son las dos cicatrices que puede dejar en ti el dolor y deberás elegir siempre una de las dos.

Hoy es tu peor dia, pero estoy segura de que este día que hoy te duele tanto, te transformará en una persona sensible, capaz de sentir aquello que siente aquel que sufre. 

Y si este dolor que hoy te duele logra germinar y florecer, te transformará muy pronto en el remanso de muchos otros. 

JR

 

«Empatía o resentimiento son las dos cicatrices que puede dejar en ti el dolor y deberás elegir siempre una de las dos.» JR