«Vivir entre dos Mundos»

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Para vivir entre dos mundos deberás aprender a ser flexible. Necesitarás desarrollar la habilidad de moverte de un lugar a otro de una manera casi inmediata, hasta que al final tus cambios se produzcan con tal rapidez que logres alcanzar un estado distinto; algo a lo que algunos llamarán sabiduría.

Vivir entre dos mundos es un arte que requiere de una gran disciplina y el recordatorio constante de que todo te pertenece, pero a la vez, tú no le perteneces a nada.

Si eres rico deberás saber volverte pobre de a ratos, para no perder de vista aquello que se siente y florece sólo en la pobreza.

Si te vuelves un ser inteligente, recordarás constantemente que en realidad no sabes nada.

Cuando estés trabajando, recordarás que también dispones de un tiempo libre y cuando estés de vacaciones, recordarás lo mucho que has trabajado para poder disfrutarlas.

Cuando seas padre, dejarás de lado tu rol a menudo  y te recordarás a ti mismo siendo un niño, para no olvidar a la sensación de impotencia que acompaña siempre a la niñez.

Cuando estés construyendo tu propio jardín, sudarás podando y moviendo la tierra, pero luego deberás encontrar el momento para sentarte a contemplar la belleza de tus flores.

Cuando enseñes a tus alumnos no olvidarás la mirada que tenías cuando el alumno eras tú. Recordarás la admiración que sentías hacia tu maestro y también aquellos detalles que tuvo contigo y a los cuales les diste mucha importancia.

Cuando seas viejo, recordarás lo que se sentía al ser joven, la incertidumbre y los temores que te acompañaron en esa etapa  y eso te volverá considerado con aquellos que hoy se encuentren recorriendo esa parte del camino. Luego regresarás a tu vejez, contento de haberles ofrecido la confianza que la juventud necesita y feliz de haber sido capaz de superar aquella lejana etapa de tu vida, habiendo resultado ileso.

Cuando veas una obra de arte, pensarás en aquella carta de amor que un día escribiste a la autora de tu primer desengaño y admirarás a aquel que es capaz de mostrar su alma en público, mezclando colores, formas, letras o ritmos. Serás agradecido hacia todos aquellos que al crear, hablan de algo que también es tuyo, aunque tú no sepas expresarlo.

Cuando mires a la luna, recordarás también al sol, que es quien se encuentra justo detrás de ella, permitiéndole su brillo y así jamas olvidarás que aunque las cosas parezcan ausentes siempre están aquí. Y aquellos que no ves, son los que hacen brillar a otros.

Disfrutarás siendo una madre dedicada, pero a veces te obligarás a ti misma a volverte una niña y así podrás reír a carcajadas, llorar, pedir perdón y comer caramelos con tus hijos en la cama y mostrarles  a menudo que estás mas cerca de ellos de lo que ellos creen,  porque para ser una buena madre es imprescindible preservar intacto el corazón de niña.

Cuando vueles demasiado alto, vuelve a poner los pies en la tierra, húndelos en la arena para recordar lo difícil que es caminar en el fango. Y cuando tus pies pesen demasiado, no olvides que tienes alas para volar de allí cuando lo necesites y que debes hacerlo a menudo.

Permanece siempre entre dos mundos pero no pertenezcas a ninguno porque en eso consiste ser libre; en ser parte de todo sin que nada te esclavice.

Y cuando la vida te quite, recuerda todas las veces que te ha dado con las manos llenas. Entenderás que dar y quitar es su juego de equilibrio;  y el tuyo es tomar y soltar a su mismo ritmo.

Manténte agradecido cada vez que la vida te dé, siendo consciente de que otro día vivirás algo distinto e igual de injusto.

Poco a poco aprenderás a moverte entre dos mundos y entenderás que estar presente en la alegría exige también ser consciente de la tristeza, tu inteligencia exige ser consciente de tu ignorancia, tu disfrute exige ser consciente de tu trabajo, tu riqueza exige ser consciente de tu pobreza y tu amor ser consciente de tus miedos.

Aprenderás de a poco que ser íntegro significa ser un todo formado por partes, que se vuelven tan unidas que a veces parecen ser una sola.

No dejes que te confundan tus certezas porque para vivir entre dos mundos deberás prescindir de ellas y mantenerte siempre aprendiendo. Esta es la flexibilidad que te exigirá la vida.  Ella conoce los cambios de todas las estaciones y los acepta sin presentar la menor resistencia.

Muévete sin temor entre dos mundos porque solo así encontrarás tu equilibrio. Y no dejes jamás que ninguno de tus mundos te absorba durante demasiado tiempo; combínalos, conjúgalos, mézclalos, enriquécelos, pero no dejes que ninguno destruya tu belleza.

Recuerda que todo aquello que la vida te dé será tuyo sólo por momentos, pero no olvides que tú no le perteneces a nada, ni siquiera a un momento.

No te aferres a ninguno de tus mundos porque la existencia no conoce de apegos, ni de avaricia. La vida da y quita sin mirar, no entiende de preferencias ni de ambiciones.

Permanece amando y a la vez libre de todo, si quieres vivir con la flexibilidad con la que la vida se rige y que exige a todos los hombres.

 

JR

 

«No soy lo alto ni lo bajo de mi, porque lo alto y lo bajo de mi aún no he podido separarlos.» A Porchia.

 

 

 

«Los Hilos del Entretenimiento»

«¿Has pensado alguna vez quien dirige el juego que tú juegas?» JR

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Al hablar del hombre como ser social nos referimos a su necesidad intrínseca de conectar con el otro. Todo tipo de comunicación se ha producido siempre como respuesta a esa necesidad innata al ser humano de relacionarse y de transmitir sus experiencias.

Hoy vivimos en un mundo al que llamamos «mundo conectado» en donde no es sólo la comunicación lo que abunda, sino también la utilización de la comunicación como una nueva forma de entretenimiento.

Las redes sociales nos han aportado nuevos formatos de comunicación, pero a veces me cuestiono si este tipo de comunicación no ha ido transformándose poco a poco en una forma más de entretenimiento y en vez de satisfacer nuestra necesidad de conexión, ocupa hoy el lugar que hasta hace poco ocupaba la televisión o el cotilleo.

El contenido de las redes sociales hace que la conectividad se haya vuelto una nueva forma de entretenimiento y cuando nos referimos a estar entretenidos, hablamos de esa necesidad que tenemos de estar distraídos y alejados de nuestra propia realidad, espiando y fisgoneando en la realidad del otro.

La industria del entretenimiento va contagiando todos los ámbitos e impregnando de humanidad a todas las nuevas tecnologías, quienes curiosamente empiezan a tener nuestros vicios y nuestras manías, como si de a poco dejaran de ser máquinas para contagiarse de lo peor del ser humano.

La tendencia a la distracción y al cotilleo no ha aparecido en la era digital, sino que es la misma de siempre y el único cambio es el formato digital que hoy  emplea.  Aunque te consideres a ti mismo un ser digital muy distinto al ser humano de antes, eres en realidad el chismoso de toda la vida, el presumido de siempre pero con un smartphone en la mano.

Aquella fórmula de distracción masiva que hasta hace poco monopolizaba la televisión y a la que luego se sumaron los videojuegos, ahora también la ocupan las redes sociales en todas sus variantes. La necesidad de escapar de la propia realidad, sumergiéndonos en otra distinta es mas viejo que andar a pie.

Es cada vez menos la gente capaz de permanecer presente en su realidad, sin estar ansiosa por abrir cada 5 minutos sus aplicaciones y sus redes sociales para enterarse de todo. La vieja del visillo, ese personaje de la señora chismosa de pueblo, se ha trasladado al mundo digital sin que nos diéramos cuenta y hoy todos nos hemos convertido en sus seguidores, si es que no la hemos superado ya.

Hay otro factor peculiar que apunta además a un cambio generacional en el plantel de las empresas que se dedican a este rubro del entretenimiento digital  y que se debe principalmente a que necesitan entre sus trabajadores a gente especializada en mantenerse entretenida. Para ocupar estos puestos se precisa de las personas mas cualificadas en el tema y no es de extrañar que se busque a la gente mas joven, porque son ellos quienes mejor conocen este mundo del entretenimiento que les ha alimentado, educado y servido de niñera hasta entrar en el mundo de la empresa.

Hoy las empresas digitales se saben a si mismas fábricas de entretenimiento y están plagadas de la gente que mejor conoce el producto.  Esta es la generación que se ha criado frente al televisor y frente al videojuego y ellos son los especialistas idóneos para detectar qué se necesita para lograr que alguien quede enganchado al entretenimiento de forma eficaz.

¿Después de todo, qué hay mejor que un niño para saber qué es aquello que divierte a los niños?

Todo resulta de lo más divertido en este nuevo mundo en donde todos están siempre jugando, pero asusta pensar en que mientras todos están entretenidos, hay alguien que no juega y que es precisamente quien dirige tu juego.

 

JR

«Dicen que la vida es un juego pero para que la vida sea vida, necesita que estés viviéndola despierto» JR

 

«La Relatividad en Todas las Cosas»

«Un descubrimiento es aquello que parece abrir una sola puerta pero que en realidad tiene la intención de abrirlas todas.»JR

Einstein tuvo la impertinencia de dudar de la gravedad de Newton que esclavizaba a todas las cosas a una misma fuerza convergente hacia la Tierra y de descubrir algo nuevo

Hay descubrimientos que se han logrado desde ámbitos específicos y que han ayudado a replantear las conclusiones alcanzadas hasta ese momento por las distintas disciplinas.  Estos descubrimientos han abierto muchas otras puertas dentro de sus mismos ámbitos, logrando a su vez la aparición de nuevos descubrimientos en ámbitos distintos

La característica de cada descubrimiento es en realidad su capacidad de ser multidimensional. Esta capacidad se refiere a aquellas cosas que no conocen de  limitaciones y por lo tanto, son capaces de moverse por espacios distintos, sin ver en ellos ninguna separación o frontera.

Estos descubrimientos multidimensionales traspasan las barreras del espacio y se propagan libremente hacia todas las cosas, como si la libertad fuera su esencia, su origen  y su fin. Y con esa libertad se atreven a contagiarlo todo, aún a esas cosas que creíamos que pertenecían a otros ámbitos

La relatividad es uno de esos descubrimientos multidimensionales, uno que posee la libertad de trasladarse hacia diferentes dimensiones, como si las libertades estuviesen todas ellas, inevitablemente conectadas.

En el mundo de las cosas hemos comprobado como la relatividad también las ha alcanzado haciendo de cada una de ellas sólo una posibilidad, algo que siempre estará sujeto a otra libertad aún mas poderosa, que por supuesto, es la libertad de la fuerza que rige por encima de las cosas.

La relatividad sospecha de la presencia de un componente impredecible y sujeto a factores desconocidos que hacen que las fuerzas no se rijan todas bajo una misma ley, sino que estén sujetas a una fuerza mayor que es quien determina la posibilidad de que sean distintas. Esto abre el panorama para  observar que en realidad toda fuerza o energía es neutra y ser positiva o negativa sólo dependerá de las manos que la impulsen.

El descubrimiento de la relatividad no se quedó sólo en la Ciencia sino que traspasó a otras dimensiones, contagiando de relativo a todo y exigiendo a su entorno una evolución semejante. Arrastro hacia ella a todo aquello que le era contemporáneo, como si ninguna evolución deseara permanecer en soledad y con la intención de atraer todo hacia ella, exigiera a todas las demás dimensiones unirse a su progreso.

Estos contagios entre distintos muestran la evidente tendencia a la unión que existe en todos los ámbitos de nuestra vida, como si un imán fuera quien impulsara esa conectividad.

Toda fuerza es en si misma una relatividad, o sea, una posibilidad de convertirse en positiva o negativa, condición que las convierte a todas ellas en fuerzas relativas, libres y neutrales.

La relatividad fue quien puso en duda a todos los absolutismos de su tiempo y ése fue el mas grandioso de todos sus legados.

Einstein tuvo la impertinencia de dudar de la gravedad de Newton, que esclavizaba a todas las cosas bajo una misma fuerza convergente hacia la Tierra y  el nombre «gravedad» lleva en si mismo implícito esa «dolencia grave» que genera todo aquello que se sabe inevitable. El desafío a esa inevitabilidad declarada hasta entonces absoluta fue la rebeldía de Albert Einstein.

Einstein, movido por la valentía que exige siempre atreverse a hacer nuevas preguntas, nos relativizó  las fuerzas y nos abrio la puerta hacia la posibilidad de la libertad del Universo.

Los conceptos de bueno y malo que se basaban en un orden moral absoluto  hasta el siglo XX  también se vieron tocados por este nuevo descubrimiento y se replantearon con la aparición de la relatividad. Los conceptos éticos que encasillaron a lo positivo y a lo negativo bajo los patrones absolutos de bueno y malo, se desmoralizaron y se pusieron patas arriba con la aparición de la relatividad de todas las cosas.

Se formularon nuevas preguntas que cuestionaban si todo lo bueno era realmente bueno y si todo lo malo era realmente malo. O si en realidad, todo era relativo.

¿Pero relativo a qué? Relativo a la intención, a la conciencia o a la libertad con la cual el individuo lo llevara a cabo.

¿Será entonces la relatividad el descubrimiento de nuestra propia libertad, descubierta a partir de la libertad del Universo?

La relatividad es un descubrimiento que no sólo logró abrir las puertas de la Física, sino que logró también abrir puertas en toda las demás dimensiones.  Poniendo en duda a todos los absolutismos de su época.

La duda abrió el camino a un mundo de posibilidades y se estableció una vez más, como la llave maestra capaz de abrir todas las  puertas. O quizás, sólo fuera el proceso que utilizó Einstein para poder llegar a la Libertad con la que se regía el Universo y al dar con ella , sin querer tropezó también con a la nuestra.

 

JR

 

«Cuando un descubrimiento multidimensional aparece, no produce el efecto de una caricia, sino el de una avalancha que arrastra todo a su paso y en donde las estructuras viejas tiemblan porque presienten que pronto quedarán sepultadas»  JR

 

«El legado de Einstein fue haber comprobado la existencia de la Libertad, desde la Física»JR

» La impredictibilidad del ser libre»

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«Si quieres saber como se distingue a un ser libre es por su continuo movimiento» JR

La definición de un ser libre, no es la de un ser que hace uso de su libertad, sino aquel que ha comprendido que significa ser libre; una capacidad totalmente distinta a la del libre albedrío que no requiere ser poseedor de ningún talento.

Cuando te encuentres con uno de estos seres, debes estar preparado y mantenerte  prevenido ya que su sabiduría los convierte siempre en seres impredecibles. Cuando le hagas una pregunta, no archives nunca bajo llave su respuesta porque ésta irá cambiando con el pasar del tiempo y cuando vuelvas  a hacerle esa misma pregunta en otro momento, te sorprenderas al ver que la respuesta es totalmente distinta a la de hoy.

La impredictibilidad del ser libre responde a que estos seres permanecen siempre modificándose a si mismos con cada nueva experiencia. Por lo cual las certezas nunca logran echar raíces en ellos.

Cada experiencia nueva transforma algo que es a la vez transformador de todo lo demás, como si cada nueva experiencia provocara un efecto dominó. Y con un solo derrumbe, todo lo demás fuese también modificado.

En cambio cuando te encuentres con un erudito, sus respuestas serán siempre las mismas a través del tiempo, porque éstas responden a certezas que no han ido modificándose con cada nueva experiencia.

Encontrarte con un sabio te hará replantearte tus certezas y te hará ver que la verdad nunca se queda quieta, sino que responde al mismo movimiento al que responde todo el universo.

El sabio sabe moverse en él y de esa habilidad es de donde proviene toda su sabiduría. Siendo la sabiduría aquello que jamás se repite, manteniéndose siempre nueva, de la misma manera en que lo hace la vida.

Aprender a ser libre es aprender a moverte en todas las dimensiones simultáneamente y  poder ver en cada momento, cual es la respuesta que ese momento necesita.  Una respuesta que seguramente mañana exigirá ser distinta al haber cambiado las circunstancias.

JR

 

«La diferencia entre una certeza y una verdad es que la verdad nunca se queda quieta y la certeza nunca se mueve.» JR

 

 

«EL FRACASO DEL ÉXITO»

 

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Resulta impresionante ver las estadísticas de la depresión en el mundo. Este mal afecta  aproximadamente  a 350 millones de personas y es el responsable de un millón de muertes anuales según los datos dados por la OMS en el año 2012.

Curiosamente la depresión es una enfermedad que sólo afecta a países ricos; aquellos que han logrado un progreso y un superávit considerables, son aquellos que hoy están expuestos al mal de la tristeza.

Reflexionando sobre estas cifras, me pregunto qué habrá en el progreso que pueda provocar la aparición de este mal. Y cuesta mucho poder encontrar una respuesta, mas aún viviendo en un mundo en donde se nos enseña que el camino hacia el éxito y la felicidad  es el del progreso material, el del  prestigio y el de la fama.

Mientras son éstos los promocionados caminos hacia la felicidad, la realidad se empeña en mostrarnos cifras que denotan que hay algo en estos caminos que falla.

¿Qué es aquello que falla en el éxito y que provoca este vacío existencial, esta falta de sentido, esta tristeza y esta melancolía?

En la historia de la humanidad, nunca el hombre ha poseído tanto ni ha disfrutado de tantas comodidades, pero sin embargo es en estos tiempos de prosperidad en donde «la fiebre del alma» azota a los países mas ricos del globo.¿Qué falla en este triunfo? ¿De qué carece este progreso?

Quizás aquello que nos falte sea la esperanza, algo que al lograr todas las metas se pierde, pero que en la pobreza se posee. La esperanza es el gran tesoro que posee la pobreza. El hombre sueña con que una vez que tenga o logre determinadas cosas podrá ser feliz y ese sueño le mantiene a salvo.

Esto mismo sucede con la libertad, solemos pensar que cuando logremos liberarnos de determinadas cosas finalmente seremos felices; pero al llegar a esa ansiada liberación son otras prisiones las que nos aguardan, dejando al descubierto además de nuestra incapacidad para ser libres, también a nuestra incapacidad para ser felices.

La esperanza hacia aquello que aún está por llegar da forma a ese futuro en donde habita  la ilusión que nos mantiene vivos y que nos da un motivo para seguir luchando.

El éxito en cambio, encarna el fin de esa esperanza, ya que habiendo alcanzado la ansiada meta nos encontramos en un sitio en donde aparece un nuevo vacío, aquel que nos dice que la esperanza ha terminado. El éxito ha comprobado que aún habiendo llegado a la meta, uno sigue sin ser feliz. Y este descubrimiento que nos desalienta es a lo que  llamo «el fracaso del éxito».

Llegar a  la cima es haberlo logrado todo, pero en esa cima es en donde surge la gran pregunta… ¿Y ahora qué?

¿Es acaso haber alcanzado la cima, el final de toda esperanza?

Esta reflexión no pretende ser una apología a la dejadez; ni llegar a la conclusión de que es mejor ser pobre, desganado, falto de motivación o carente de metas en la vida. Está claro que el  progreso y la satisfacción de las necesidades básicas del hombre, sumado a la construcción de una voluntad que lo lleve a cabo,  son sin duda los requisitos necesarios para generar  un verdadero bienestar en todos los aspectos.  Un estado que sólo nace desde el progreso y que empieza por erradicar la desesperación que produce la pobreza.

Mi inquietud reside en realidad  en cómo poder llegar a la cima y  permanecer allí sin sentirnos vacíos. Y quizás sea mi planteo de permanencia en donde radique mi error. Ya que el «permanecer» hace alusión a una inmovilidad, que poco tiene que ver con la existencia.

Pertenecemos a una existencia que sólo conoce de movimiento y de procesos y en donde cualquier intento de inmovilizar un estado no solo será antinatural, sino que además nos provocará sufrimiento.

¿No debería ser entonces el «permanecer» en la cima otro nuevo proceso?

¿Qué es aquello que perdemos en el camino hacia el éxito que nos produce tal desánimo al alcanzar las metas deseadas?

¿Será quizás esa mirada constante hacia el futuro la  que nos bloquea el poder disfrutar del presente y la que  haga que en esta obsesión por la cima, nos olvidemos de disfrutar del camino?

¿No debería ser acaso la capacidad de disfrutar de las cosas y de los momentos, una de las disciplinas fundamentales para triunfar?

¿De qué me sirve ir a buscar agua a un rio, si al llegar he perdido el cuenco en donde iba a cogerla? ¿De qué nos sirve tanto esfuerzo hacia el éxito, si en el camino hemos perdido la capacidad de disfrutarlo?

Definir  qué es para cada uno el éxito puede resultar mas reconfortante al final del camino. Soltar de una vez los parámetros de éxito y fortuna que nos venden y elegir los propios.

Ojalá podamos elegir una cima muy alta hacia donde ir, cultivando además la capacidad de ir llenándonos también por dentro. Para que además de llegar alto, lleguemos también siendo profundos.

El fracaso del éxito es el requisito imprescindible para comenzar una búsqueda distinta. Para algunos será un fracaso pero para  otros será sin duda un nuevo comienzo.

JR

«Dadme la pobreza que goza de la verdadera fortuna» (Henry D Thoreau)

 

«La Finitud de tu Tiempo»

 

«Lo increíble del ser humano es que aún sabiéndose mortal, vive como si tuviera tiempo» JR

evolucion-dia-darwin-3Al hablar de Evolución uno suele relacionar a este proceso con una transformación lenta y paulatina, aquella que cambió la postura del mono volviéndola erguida y con forma de hombre.

Pero la evolución que nos implica de forma inmediata es mucho mas cercana y personal de lo que creemos. Nuestra propia evolución tiene que ver con cómo y de qué manera hemos logrado superar a la generación que nos antecedió.

Son esas pequeñas cosas que parecen ser insignificantes, pero que tú has logrado. Si has logrado convertirte o no en un ser que ha sido capaz de superar aquello que ha recibido.

Esa es nuestra propia evolución; algo que no está tan lejos ni necesita de un proceso de miles de años para poder desarrollarse, sino que nuestros años en este mundo le son suficientes para que se produzca.

De la misma manera se mide también el proceso inverso, ya que la libertad implica la presencia de toda posibilidad. Esta libertad incluye a la posibilidad de evolución o de involución que poseemos cada uno de nosotros.

El cálculo de nuestra evolución está regido por una norma muy simple, algo que aunque parezca muy pequeño es sin embargo todo que la vida espera de cada uno. Una transformación que no está tan lejos, ni es tan ajena y que cuenta con un trabajo individual para llevarse a cabo.

Es curioso que el ser humano que se sabe a si mismo mortal, viva como si fuese inmortal, pensando que otro día o en otro momento hará las cosas que tiene que hacer hoy.

Son llamativas estas contradicciones y a la vez es entendible que al hombre se le haya dado esta condición de mortalidad. La energía que lo ha creado, presentía la tendencia del hombre a dejar todo para mas adelante y por lo tanto sabía que la inmortalidad sólo retrasaría sus evoluciones, ya que un ser con tendencia a postergar y sabiéndose a si mismo inmortal no actuaría nunca.

La función del tiempo es en el hombre la de despertar a su conciencia dormida. Sin el tiempo, el hombre permanecería dormido para siempre. El es el encargado de decirnos que no tenemos un mañana y que nuestra evolución debe ser hoy.

Es maravilloso descubrir la sabiduría que posee la existencia; que conociendo bien a cada uno de sus elementos, sabe cuando dar y quitar para despertar conciencias y lograr que se produzcan las evoluciones que necesita.

 

 

JR

«El hombre busca el sentido de su vida en una vida sin sentido y posterga en su inconsciencia su única oportunidad que es la de mejorar lo recibido» JR