«Los tiempos han cambiado a los elementos, pero mientras el hombre siga buscando siempre las mismas cosas, los nuevos elementos serán igual de peligrosos y de destructivos para su libertad» JR
Hay muchas empresas de seguridad hoy en día y habrá muchísimas más en el futuro, garantizándonos seguridad en todos los aspectos. Pero si nos remontamos a las mas antiguas y rentables deberíamos mirar a las precusoras en este rubro, que son sin duda las religiones.
Estas marcas se convirtieron en las empresas de seguridad mas rentables a lo largo de la historia porque han sabido identificar a las dos grandes inquietudes del ser humano, que son el anhelo de saber y el deseo de ser eterno.
Utilizando a estas dos inquietudes intrínsecas a todo ser humano, las religiones establecidas han inventado diversas historias y múltiples respuestas a todos los misterios desconocidos de la existencia. Desde la creación hasta la resurrección, pasando por la reencarnación en Oriente y la explicación al sufrimiento como forma de expiación por los errores de vidas pasadas, o como garantía de una vida futura y paradisíaca en recompensa, en el cristianismo y en el islam.
Esta pseudoseguridad de la que han intentado proveernos las religiones, ha tenido por supuesto un precio muy alto y éste ha sido el de nuestra libertad.
Con sus historias y sus explicaciones las religiones han obstruido el anhelo de saber en el ser humano, ya que toda explicación que implique un acto de fe, anula la capacidad de inteligencia y la condena, de la misma forma en que las religiones han condenado siempre a la Ciencia.
Es decir, en cuanto algo aparentemente improbable se establece como dogma o como acto de fe irrefutable, se garantiza la creencia. Y cuando la creencia aparece, la inteligencia se apaga porque se detiene en el hombre el ansia de buscar.
El ser humano se acomoda así en una creencia que le da una seguridad ficticia, pero que para él resulta suficiente porque es capaz de darle una respuesta y calmar su miedo.
Para crear una gran marca es importante saber contar una buena historia e incluir en ella muchas promesas que tengan que ver con las inquietudes de tu público. A cambio de esas promesas, conseguirás sin duda la fidelidad de tus clientes. Ellos te seguirán y te apoyarán, mientras crean que tu marca les provee de aquello que ellos necesitan.
Pero una marca normal no goza de tantos beneficios como los que gozan las marcas de las pseudoreligiones, ya que poseen un riesgo al que denominan atención al cliente. Este departamento es aquel al que recurrimos cuando un producto no ha logrado satisfacer nuestras expectativas. Y toda empresa es consciente de que un cliente disconforme que propaga su descontento al resto de los seguidores de una marca, puede sin duda destruirla.
Este departamento no existe en las pseudoreligiones, ya que el producto que éstas te venden sólo se obtiene después de la muerte, sin ofrecer al consumidor la posibilidad de expresión, ni de reclamo.
¿Será éste el nuevo modelo de éxito de marca en el futuro? ¿Prometer una seguridad, una vida eterna y una explicación al misterio que no ofrezcan ninguna posibilidad de reclamo, porque en el camino hacia esa seguridad nos habremos convertido en seres sin posibilidad de inteligencia ni de libertad para hacerlo?
JR
«Las nuevas tecnologias manejadas por manos que sólo ansíen el dominio y el poder en vez del progreso inteligente del ser humano, resultarán ser igual de destructivas que las viejas creencias» JR