«Hay un momento en el que se vuelve urgente cerrar la puerta de la historia y hacerlo sin sentir ninguna culpa porque la superación es la única manera que tienes de poder sobrevivir a ella.» JR
La Educación no siempre actúa como una tabla de salvación para los individuos, sino que a veces se parece mas a un ancla que te deja clavado al fondo sin ninguna posibilidad de avance ni de progreso.
No es extraño presenciar las discusiones anuales que tienen lugar a ambos lados del Océano Atlántico cada 12 de Octubre, ese día en que antiguamente todos celebrábamos con alegría el descubrimiento de América y que hoy sin embargo, transitamos rodeados de un victimismo que enturbia cualquier intento por crear un ambiente festivo.
Uno va perdiendo poco a poco la noción de quienes fueron en realidad las víctimas y quienes los verdugos, en aquellas historias que hoy son tan antiguas, como lo son los dinosaurios; a quienes mi hijo pequeño sospecha que yo he conocido en mi juventud.
La Historia es algo viejo que debe ser aprendido, pero que luego debe ser superado. Porque el verdadero aprendizaje consiste en la superación de la historia. Superación como mejoramiento y también como redención.
Hay personas que presumen de poseer una prodigiosa memoria y que son capaces de recordar fechas y hechos siniestros del pasado, con un odio tan vigente que uno al escucharles, lejos de quedar maravillado por estar frente a gente tan memoriosa, siente que la falta de información hubiera sido mucho menos perjudicial en ciertos casos.
La diferencia está en cómo se utiliza a la Historia.
¿Es acaso la historia una tabla de salvación para aprender sobre patrones y comportamientos de hechos admirables o indeseables del pasado, o es una táctica para crear resentimiento eterno?
No es extraño que se utilice a la Educación como método político para manipular la mentalidad de las generaciones nuevas hacia una ideología determinada y es por eso que la Educación y la política siempre han estado muy unidas. Porque quien maneja la Educación de un pueblo tiene en sus manos el poder.
La Educación alimenta a la política, ya que el político busca moldear a su rebaño a su imagen y semejanza.
La imparcialidad en la enseñanza de la Historia sea quizás una utopía, teniendo en cuenta que quien escribió la historia probablemente no haya sido imparcial en su mirada. Pero es importante tomar conciencia de que la estrategia de aquellos gobiernos latinoamericanos que inculcan el odio a Europa por la colonización de 1492, sólo están intentando justificar la actual miseria de sus pueblos, buscando a un culpable que ha muerto hace siglos fuera de sus fronteras.
La Historia debe superarse para servir como medio de aprendizaje y no como un generador de resentimiento y estancamiento.
El resentimiento es la enfermedad que corroe actualmente a Medio Oriente y a America Latina. Cultivada por líderes como Chavez, Kirshner, Maduro, Evo Morales o Castro, quienes han basado sus políticas en ubicar a los responsables de la miseria de sus pueblos fuera de sus fronteras, para enrurbiar la mirada del pueblo y así poder esconder su mala gestión, su irresponsabilidad y su enriquecimiento a base de corrupción y manipulaciones.
Mientras estos pueblos sigan pensando que la culpa de todos sus males está en Europa o en Estados Unidos, nunca le exigirán progreso a sus propios gobernantes. Y esta es la estrategia de los que cultivan el resentimiento; evitar todo tipo de responsabilidad y evitar así la acción responsable de sus políticos.
El resentimiento es una forma infalible de situar a la culpa y a la solución de los problemas que padece un pueblo fuera de su territorio. Y al estar fuera, no hay nada que tú puedas hacer. Y cuando tú no haces nada, sólo consigues que te hundan en la miseria.
La historia que no se supera crea un resentimiento que te mantiene ciego y anclado al pasado y el pasado es un tiempo en donde no existe ninguna posibilidad de progreso. Un tiempo vedado para ti porque aunque lo intentes nunca te permitirá volver.
Hay un momento en que se vuelve urgente cerrar la puerta de la historia y hacerlo sin sentir ninguna culpa, porque la superación es la única manera de poder sobrevivir a ella.
JR
«La historia luego de informarte sobre las fortunas e infortunios pasados, tiene que impulsarte a superarla, porque la historia que tú crees, debe redimir a la que has heredado» JR.