Se acercó intrigado y me preguntó: _¿Qué es la «nube»?
Es el lugar en donde suelo estar cuando intentas contarme tus cosas. El lugar en donde trabajo, estudio y aprendo; me informo y progreso, juego y cotilleo.
Aquel lugar que me eleva, pero que jamás me llevará al cielo.
Pero volvió a preguntarme:_¿Qué es la «nube»?
Es ese lugar mágico en donde no existen las distancias. En donde me encuentro con mis amigos, sin necesidad de ponerme los zapatos y me despido de ellos, sin sentir el calor de sus abrazos.
Donde encuentro un consejo sin una mano tendida y un consuelo sin pañuelos, lloro sin mojar un hombro y río a carcajadas en emoticonos.
Es un lugar que me transporta y me lleva a descubrir nuevos mundos, sin tener que hacer las maletas.
El lugar en donde me conecto con todos aquellos a quienes tengo lejos; mientras los que están a mi lado anhelan mi presencia.
Es un lugar misterioso, que hace que todo parezca cerca, que todo parezca fácil y que todo parezca posible.
Un lugar parecido al que me encuentro cuando escribo; conectado pero ausente.
Adonde estoy cuando no respondo a ningún nombre, cuando soy sordo a tu llamado, a tus pedidos, a tus urgencias.
Y me respondió:_”Pues entonces, «llueve».
De vez en cuando, baja de tu nube y lluéveme un poquito.
Transforma tanto aire en agua, alquimiza el vacio y conviértelo en materia.
Baja al mundo y llueve cargado de contenido y de cosas nuevas; de ideas, de risas con ruido y de abrazos apretados.
Llueve y moja la tierra con todo lo nuevo que has aprendido del aire, porque sin lo real, nada cunde. Y sin la experiencia, nada está vivo.
Llueve mucho y llueve fuerte porque ninguna otra cosa hace crecer a un alma.
Sólo la acción lo logra y es en la tierra, en donde todo germina.
Llueve, baja de la nube y «VIVE».
J.R
29/8/2014
«Una carta de amor, será tan solo un calco, una copia frugal del sentimiento, una carta de amor, no es el amor, sino un informe de ausencia» Mario Benedetti.
Precioso artículo la nube sin alma. Gracias por compartirlo!
Una genialidad este articulo