«El Pacifista desde el Sofá»

Nada me resulta más violento que un pacifista dando consejos desde su casa amurallada y con seguridad 24 horas.

Es muy fácil criticar cualquier defensa, hacerse el bueno y el tolerante con la violencia que sufre otro, habitando en paz.

La superioridad moral de la que hace alarde el pacifista desde el sofá tiene más de hipocresía que de paz, mezclado con un alarmante desconocimiento de historia, de política y de cultura en general.

Cuando uno no comprende nada sobre un tema, lo mejor es hacerse el bueno, es una postura cómoda, positivista, educada y socialmente respetada, en donde no hace falta justificación ni data. La paz porque si y punto. Porque soy bueno.

La cultura occidental se basa especialmente en ese deseo de ser aceptado y respetado por ser sensible y considerado. Incluso en la guerra, luchar contra un occidental compensa mucho más que caer en manos del estado islámico, en donde después de quemarte vivo de a trozos, te irán cortando en pedacitos como marca el libro sagrado del Corán ( un manual en donde se especifican las torturas y violaciones correspondientes en cada toma de infieles, con un detalle que limita cualquier iniciativa original, torturas, vejaciones, mutilaciones ordenadas y continuadas, detalladas con crudeza y sin piedad y todo mandado por el amoroso Alà)

El Pacifista es generalmente un ser ignorante, que no ha estudiado sobre los temas sobre los que opina y se limita a repetir frases sueltas que ha ido recogiendo de panfletos, Facebook y tik tok, esas frases bonitas con las que deja a todos admirando su bondad y haciéndoles creer que además sabe algo.

El problema con Irán no es el derecho al arma nuclear sino el Islam, porque cuando tu religión y tus líderes actuales dicen en cada uno de sus discursos que su objetivo es el extreminio de Israel, sin que se les mueva un pelo de pudor, y cuando tu religión fundada por un terrorista como fue Mahoma, se basa en la matanza de infieles, entonces la tenencia de un arma nuclear en determinados colectivos, se vuelve mucho más peligrosa que en otros.

La posesión de un arma nuclear te garantiza la paz en cuanto que tu adversario tenga tu misma mentalidad. Yo tengo la mía y tú tienes la tuya, ninguno quiere usarla, por lo tanto nos garantizamos la tolerancia y la paz.

Pero este no es el caso con Irán. Y quién conozca el mundo islámico lo sabe bien. Los pacifistas ignorantes por supuesto, lo desconocen.

Pero el peor de los problemas de los estados islámicos es el terrorismo islámico, porque los ataques suicidas son muy difíciles de controlar y con eso no hay negociación posible. Dispones de dos opciones o les líquidas o dejas de darles lo que necesitan para perpetuarlos y matarte. Son ellos o tú .No hay cabida para el pacifismo en estos casos.

Cuando en algunos siglos nuevas civilaciones se pregunten cómo fue que no vimos venir la destrucción de nuestra civilización, tendremos que responder que éramos veganos, teníamos la ONU, éramos tolerantes, bien pensados, estábamos muy preocupados por el cambio climático, por los colectivos lgtbiy + y preocupados por destruir estatuas del 1492, por abolir la policía y el ejército, por condenar la tenencia de armas legales y demás estupideces a las que este «pacifismo» de ignorantes nos ha condenado.

JR

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