«La Humanidad no sobrevivirá sino huye al espacio» Stephen Hawking.
Uno se queda maravillado cuando presencia las imágenes de las nuevas exploraciones espaciales y se olvida por un segundo, que uno también está habitando en el espacio y viviendo en un planeta que gira y que se encuentra suspendido en una galaxia. Cuando observo el afán con que la Ciencia explora el espacio exterior, me pregunto si ya se han dado por vencidos en solucionar los problemas de este planeta.
Mientras sus continuos cohetes perforan una y otra vez nuestra capa de Ozono, causando daños irremediables y produciendo que estos agujeros induzcan al calentamiento global de forma alarmante; el mundo sigue mirando con la boca abierta todos los progresos lejanos de la Ciencia; que se parecen mas a una demostración de poder entre una nación y otra, que a una evolución conjunta.
Casi como planeando una huida inminente, los viajes al espacio ya están a la venta. Las personas mas ricas de este planeta ya han comprado el billete y se han asegurado su plaza en esta huída.
La Ciencia parece convencida de que el elemento humano que transportarán sus naves, será inofensivo. Uno se cuestiona verdaderamente si las personas mas poderosas del planeta, (esas que no han sido capaces de remediar y de denunciar la destrucción de la Tierra ), no serán en realidad un riesgo para exportar al espacio. Porque quien ha destruido aquí, seguirá seguramente destruyendo en otro sitio.
Somos propensos a creer que las soluciones siempre están lejos de nosotros y que una vez que las alcancemos todo estará mejor. Pero aunque encuentres un planeta virgen e inmaculado, si llevas allí a los mismos hombres que han destruido a la Tierra, sólo te garantizas mas destrucción. No hay ninguna posibilidad de que un hombre que no ha sido capaz de preservar lo propio, sea capaz de cuidar lo lejano.
¿Se ha rendido acaso la Ciencia en salvar a la Tierra?
El problema del calentamiento global tiene varias causas y una de ellas es la perforación de la capa de ozono que provoca la salida y la llegada de cada cohete al espacio. Estos cohetes desprenden además, una serie de gases que retornan a la atmósfera en forma de lluvia ácida que mata a la naturaleza. Curiosamente los científicos que están tan involucrados en crear una conciencia verde, no denuncian estas cosas. Y esto sucede cuando el científico se convierte en un político.
El calor que ingresa por los agujeros producidos en la capa de ozono derrite los polos y el nivel del agua sube cada año. Además de la tala de los bosques y demás desastres medioambientales que los gobiernos no impiden por intereses comerciales.
Otro problema grave es el de la superpoblación. Este es realmente el problema mas difícil de encarar, porque aquí se debe hablar de religiones (Hinduismo, Judaísmo, Catolicismo, Islam , etc) y con este tema nadie se atreve. Pareciera que aquellos religiosos que prometían salvar a los pueblos, se hubieran convertido actualmente en el terror de todos.
El problema de la superpoblación fue causado principalmente por las religiones que aún estancadas en conceptos arcaicos, siguieron impulsando a este crecimiento demográfico alarmante, con el único fin de propagarse por el mundo y de aumentar su rebaño y así aumentar también su poder. Y esto sucede, cuando el religioso se convierte en un político.
Antiguamente la supervivencia del hombre era difícil. Una mujer tenia 12 hijos de los cuales sobrevivían dos, porque el resto moría de enfermedades que no tenían cura entonces. Por lo tanto, hubo una época en donde promover la reproducción sin control era importante para lograr la supervivencia de la especie. Hoy ese problema ya no existe. Pero las religiones arcaicas siguen ahí con sus manuales viejos, que un día sirvieron como un método de supervivencia y que hoy sirven como un método de destrucción masiva.
¿Nos hemos rendido o es que no nos atrevemos a desafiar a la incongruencia que nos rodea?
Siempre es mas fácil huir al espacio que atreverse a enfrentar a aquellos que nos están destruyendo en este mundo.
JR
» La desgracia no es nunca causa, sino la consecuencia de una procesión de gente muda» JR