«Cuando un rey se olvida de su pueblo, reniega de la razón de su existencia y es entonces cuando el pueblo reniega del rey» JR
La responsabilidad es una fuerza que debe circular de arriba hacia abajo, pero que incluye a todos. Es decir, aquellos individuos que se encuentran en posiciones superiores en su nivel cultural, político, social y económico son siempre quienes deben dar el ejemplo a las personas que se encuentran debajo en la escala.
Los tiempos actuales nos muestran cómo la dirección de una fuerza resulta fundamental en todas las cosas. La variación en la dirección de una fuerza, provocará primero confusión y luego el caos, sino es detectada a tiempo y desviada hacia su dirección correcta.
Pretender que la dirección de la responsabilidad circule de abajo hacia arriba, no sólo es erróneo, sino también injusto. Aquel que se encuentra debajo en la pirámide, es quien menos responsabilidad tiene, debido a la escasez y a la precariedad de sus recursos, ya sean estos intelectuales, sociales o económicos. Elementos que reducen la libertad del individuo, en la misma proporción en que reducen su responsabilidad.
Cuando el nivel superior de la pirámide falla, o sea la clase alta y preparada se vuelve incapaz de obrar con responsabilidad hacia la base que sostiene a la pirámide, ésta se derrumba provocando el caos social, económico y político.
La gente se suele quedar perpleja ante el surgimiento de movimientos como el populismo y no entiende cómo fue que un buen día, estos movimientos se establecieron y lo derrumbaron todo._¿Qué pasó? ¿Por qué nos ha pasado esto?_ preguntan sorprendidos buscando a algún culpable.
La respuesta es siempre la misma: corrupción celular, alias cancer. Enfermedad desconocida e incurable que va contagiando a todas las células vivas y reproduciéndose arbitrariamente y sin unos parámetros estipulados. Y el desconocimiento de su origen es quien genera como consecuencia, la imposibilidad de su erradicación.
Esta enfermedad de codicia que nos corroe como sociedad, no es otra que la falta de responsabilidad en la dirección correcta. Y es curable en la mayoría de los casos. El tema es que curarla, implica hacerse responsable de aquello que has negado desde hace mucho tiempo y renunciar a aquello que has creído que te pertenecía, durante demasiado tiempo.
Cuando los estratos superiores se olvidan del pueblo, pierden la sensibilidad y el sentido que posee su existencia en la cima de la pirámide y es entonces cuando la pirámide se derrumba. Pero este fenómeno no se debe a efectos milagrosos, sino a una ley física natural. Una pirámide no puede mantenerse en pie si se derrumba desde su base, ya que la solidez de la base es aquello que sostiene a la cima.
Esta es un situación que el populismo aprovecha haciendo que este derrumbe se precipite y así instalarse en el poder. Sin la intención de formar un gobierno basado en la responsabilidad, sino para ser ellos esta vez, quienes sigan corrompiendo el sistema y recogiendo los dividendos. Pero el populismo aparece porque la grieta para su aparición ya se ha producido. Y sus promesas tienen cabida en la sociedad porque la indiferencia de la clase alta y dirigente, ya ha olvidado al pueblo.
Estar en la cima no es un relajo como muchos creen, sino una enorme responsabilidad. Tu ubicación en el nivel superior de una pirámide, es directamente proporcional a tu nivel de responsabilidad hacia la base que te sostiene. Es decir, cuanto mas alto estés, mas responsable eres de su posible derrumbe.
La cima no es un sitio reservado para el disfrute, como lo son el cielo católico o el musulmán; un lugar de recreo en donde puedes retozar y enfocar tu mente en frivolidades eternamente porque sientes que te lo has ganado.
¡NO! ¡Esta cima no te la has ganado! Sino que tienes que seguir justificándola porque hay otros que la sostienen por debajo de ti. Y lo hacen, porque creen que te necesitan.
En cuanto comprueben tu inutilidad y tu indiferencia, te derrumbarán.
Olvidarse del pueblo tiene siempre graves consecuencias y la historia de la humanidad nos permite apreciar cómo todos los grandes imperios se han derrumbado siempre desde abajo. Esto sucede cuando la responsabilidad deja de ejercerse en la dirección correcta.
De arriba abajo es la dirección en que debe transitar la responsabilidad. No olvides que aunque pienses que nadie te observa, el que está debajo, siempre te está mirando para aprender algo de ti. Y lo que ellos aprendan, depende de ti.
Dicen que cada pueblo tiene a los gobernantes que se merece, pero yo sospecho que los gobernantes y las clases preparadas de una sociedad son en realidad, quienes construyen al pueblo que se merecen; con su responsabilidad o con su indiferencia.
JR.
«Creen que levitan porque ignoran a la fuerza que les sostiene» JR