«No me une a ti la herida, sino la búsqueda conjunta de cómo sanarla» JR
Toda unión exige una empatia. Algo que nos una y que logre ser tan fuerte que permita que esa unión perdure en el tiempo. Nuestra carencia nos une mas de lo que logra hacerlo nuestra abundancia, ya que la vulnerabilidad frente al dolor es para el ser humano el vínculo mas estrecho.
La diferencia entre los distintos tipos de unión está marcada por la polaridad que posea esa carencia. Y la polaridad es la posibilidad que posee siempre toda fuerza. Si esta carencia desea ser cubierta o si desea permanecer como un lugar común o una excusa para seguir perpetuando nuestra desgracia.
La polaridad negativa de la carencia la han sabido reconocer muy bien todas aquellas personas que siempre han convocado a sus seguidores en nombre de ella y los han mantenido unidos encontrándole al grupo un enemigo común, en vez de buscarle la solución a su problema.
Comprobado está, que nada une más que compartir un odio. Y aunque el pueblo se enfrente a las peores atrocidades por parte de sus propios líderes, mantendrá siempre la ceguera hacia su crueldad, obteniendo la fuerza para su resistencia, del odio Al enemigo que les aúna.
Aunque muchos crean que el odio no sirve, el odio te da una fuerza tan poderosa como te la da el amor. Y cualquiera de estas dos fuerzas es igualmente capaz de mantener una unión a través del tiempo.
Los lideres políticos y religiosos conocen muy bien como funciona la psicología del ser humano y siempre la han utilizado a su favor. Ellos son conscientes de que la carencia une y de que el odio mantiene esa unión.
Pero por supuesto también existe otro tipo de unión que reconociendo a la carencia que nos iguala y nos une, propende a una unidad distinta, basada en la búsqueda de la sanación de la herida.
En este tipo de uniones nuestra carencia nos convoca a una búsqueda hacia una solución, algo que sane nuestra herida y que reponga aquello que se ha quebrado. Logrando recuperar la confianza perdida y proveer finalmente de aquello que falta.
Este tipo de uniones logran revertir a la carencia y transformarla en abundancia, haciendo que la herida progrese y sane. Mientras su otra polaridad sólo logrará perpetuar la carencia, asegurándose de que prevalezca el odio que nunca te permitirá evolucionar.
En este tipo de uniones de polaridad negativa predomina el resentimiento, la venganza, el enemigo y la falta de progreso. Mientras que en las uniones de polaridad positiva predomina el optimismo, las soluciones, los proyectos y la evolución.
Cuando vayas a unirte a una persona o a un grupo, observa antes qué es aquello que te une a él.
Mantente atento a si esa unión busca una superación o busca una revancha. Y permanece advertido. Porque aunque la palabra «unión» parezca una palabra noble, ésta puede no serlo. Puede unirte a una causa que no logrará jamás sanar tu herida, sino hacerla mas profunda y permanente.
Mira bien cual es el hilo que te une a cada causa. Si es el odio o es el amor, porque de allí es de donde obtendrás la fuerza. Y de esa fuerza dependerá tu progreso o tu involución.
JR
«Quien te tiene de un hilo no es fuerte, lo fuerte es el hilo». A Porchia