«El tiempo no ha modificado nada, todo sigue aquí» JR
Recuerdo cuando éramos hermosos y el sabor del helado nunca era tan rico sino se compartía con los amigos. Cuando las lágrimas del otro nos dolían mas que las nuestras, cuando soñábamos despiertos y creíamos en lo imposible.
Cuando despertábamos felices porque cada día era una nueva aventura y una rama era una espada y nuestra sombra el enemigo.
Cuando las risas eran contagiosas y aparecían siempre en misa y en todos esos lugares en donde se nos obligaba a amar a Dios siendo serios y aburridos.
Recuerdo cuando no daba vergüenza pedirle una galleta a un amigo, cuando el olor a tostadas nos levantaba los Domingos y pasábamos esas tardes eternas de verano creyendo que el tiempo perdido era el único ganado.
Cuando nos emocionaba el vuelo de una mariposa y una mariquita nos obligaba a pedir tres deseos, pero teníamos tantos y eran tan importantes que costaba decidir cuáles elegiríamos.
Recuerdo cuando éramos capaces de sentir todos los perfumes y nuestro olfato funcionaba para reconocer el olor de mamá y el de la abuela subiendo por el ascensor para darnos un beso.
Y esos viajes en coche de vacaciones cuando mirar por la ventanilla nos transportaba hacia mundos diferentes, sin necesitar de pantallas ni de pastillas de colores.
Cuando defender al débil no se pensaba dos veces y reconocíamos la injusticia sin haber estudiado derecho.
Recuerdo cuando la muerte no significaba un problema porque sabíamos que la vida era lo que nos esperaba y la abordábamos con ganas aunque no tuviéramos nada.
Recuerdo cuando éramos libres y nada nos preocupaba porque estábamos súper ocupados aprendiéndolo todo y ser libre era fácil porque consistía en seguir nuestra naturaleza.
Éramos sencillos, sensibles, espontáneos, permeables a todo, asombrados, curiosos, descubridores, poetas, pintores, actores y pandilla; porque lo teníamos todo y sin embargo, aún éramos niños.
Si te acuerdas de todo como yo también lo recuerdo, deberíamos reclamarlo porque aquello fue nuestro y si no lo hemos vendido significa que aún nos pertenece.
Devuélvenos a cuando fuimos hermosos y el universo era nuestro y nosotros de todos.
JR
«El viaje: Un partir de mi, un infinito de distancias infinitas y un retornar a mi». A Porchia.