«El progreso para aparecer necesita de lo material sumado a la inteligencia y estos dos elementos cuando se dan juntos, dan como resultado a un Einstein, a un Da Vinci o a un Jobs, porque nada sucede sin materia y nada nace sin inteligencia». JR
Cuando nos referimos al progreso solemos asociarlo sólo al bienestar material que aporta con su irrupción y aunque sea totalmente cierto, que sin un progreso económico no hay nada posible, lo material nunca es suficiente para generar progreso, si éste no va acompañado del avance educativo que requiere.
Hoy somos conscientes de que la focalización en la Economía en solitario, ha generado enfermedades tales como el materialismo y la codicia. Epidemias que presenciamos y padecemos a diario en nuestra sociedad y en el ámbito político y empresarial.
Hemos construído una sociedad basada en el bienestar y que se ha transformado en una sociedad de consumo y que por este afán de consumir ha perdido su bienestar.
Esto pasa cuando los avances no se suceden en simultáneo y el progreso económico no va acompañado por una educación acorde a él.
Una economía que avanza en solitario, sólo logra enfermar a una sociedad que no ha sido educada paralelamente en este avance y lo mismo nos ocurre hoy con el avance tecnológico.
Hoy prolifera la sensación de vacío existencial frente a la abundancia, que se manifiesta con distintas patologías (depresión, ansiedad, fobias etc). También está su otro polo; la codicia, esa insatisfacción permanente que lleva a nuestra sociedad a ansiar siempre más, pero sólo para si mismos.
El progreso real y completo se logra con una ecuación básica que suma y potencia a dos elementos: el progreso económico y el progreso intelectual. Y cuando me refiero a intelectualidad no hablo de eruditos, sino de personas inteligentes.
La intelectualidad hoy se asocia a la posibilidad de acceder y de retener una gran cantidad de información, aunque ser memorioso tenga poco que ver con ser una persona inteligente.
Al hablar de inteligencia nos referimos a la capacidad de conectar la información (sea ésta mucha o poca) para lograr un resultado diferente y beneficioso.
La inteligencia aparece cuando alguien es capaz de utilizar a un elemento como por ej: la Economía para lograr un progreso colectivo, en vez de un quiebre social.
Nuestros problemas aparecen porque utilizamos a la Economía como un fin en si misma y la convertimos así en un su polo destructivo, el materialismo, en vez de usarla como un medio para convertirla en Progreso.
El materialismo es la deformación en la utilidad de la materia, algo que en vez de usarse a favor de tu crecimiento, termina jugándote en contra porque en vez de ampliar tus horizontes, te limita cada vez más.
Hoy tenemos además de una sociedad adicta a las cosas, a una sociedad que goza de una gran cantidad de información a la que antes era incapaz de acceder. Lo interesante sería ver si realmente todo ese caudal de información le es útil, o si por el contrario resulta ser un obstáculo a la hora de desarrollar su inteligencia.
La sociedad actual y sobre todo las nuevas generaciones, disponen hoy de muchísima data, pero la información sin inteligencia no sirve de mucho, porque sin inteligencia la información no cunde.
No germinará como una semilla que dará vida a algo nuevo, ni será utilizada como un medio para el progreso, sino que actuará como una distracción más, bloqueando el camino hacia él. La información es en algún punto un mero entretenimiento.
La información y la tecnología sin inteligencia nos convierten en loros o en monos con cobertura, algo tan peligroso como insuficiente.
Todo progreso para poder aparecer, necesita de lo material sumado a la inteligencia y estos dos elementos cuando se dan juntos, dan como resultado a un Einstein, a un Da Vinci o a un Jobs, porque nada sucede sin materia y nada puede nacer sin inteligencia.
El gran impedimento de nuestra época es la carencia; siempre falta alguno de estos dos elementos en la ecuación que nos lleva al progreso. O falta la materia o falta la inteligencia, pero en aquellas ocasiones en las que se dan las dos, la materia y la inteligencia juntas, el progreso nunca falla. Éste responde a una ecuación matemática y por lo tanto, si los dos elementos que requiere están presentes, el resultado estará asegurado.
Economía y Educación son los dos pilares que generan el progreso, los dos deben ir juntos, adaptándose permanentemente a los nuevos tiempos para preparar el terreno que necesita el progreso.
No es casual que los países mas avanzados de este planeta pongan a la Economía al servicio de la Educación, porque educar a tu pueblo en inteligencia, te proveerá con el tiempo de todo aquello que necesites.
JR
«La información y la tecnología sin inteligencia nos convierten en loros o en monos con internet, algo tan peligroso como insuficiente». JR