«De nada nos sirve acabar con Dios, si aún no hemos gestado en nosotros a una inteligencia capaz de prescindir de él.» JR
Una muletilla es un término que se utiliza como apoyo cuando la palabra adecuada no se encuentra o no existe aún, casi como un tic del cual uno no puede librarse. Y seguramente éste haya sido el mismo motivo que hizo que Dios apareciera en un principio y que lo vuelva a hacer cada vez que no encontramos otra respuesta en la que apoyarnos.
Saramago expresaba que las religiones eran la causa de todos los problemas de la humanidad y comparto con él esta afirmación sobre ésta y muchas otras formas que ha inventado el ser humano para dividir a los hombres y enfrentarlos entre sí, basándose en sus diferencias ideológicas, que nos sirven siempre de excusa para todo tipo de violencia.
Según algunos la existencia de Dios se debió a la necesidad de protección y de orden que necesitaba el individuo, que habitaba demasiado expuesto a los peligros y a los sufrimientos a los que nos somete a todos la vida y frente a los cuales no encontramos ni respuesta ni consuelo.
La necesidad de orden también se volvió imprescindible para preservar a la especie, y fue la forma de civilizar lo incivilizado; a ese ser humano salvaje y violento que sólo aprende y se controla cuando teme a un castigo o se siente observado. ¿Qué mejor control entonces, que amenazarlo con aquello desconocido y que jamás alcanzará a conocer en esta vida?
Hoy en dia la ley ha suplido al castigo divino, aunque no resulte ser lo suficientemente efectiva como para acabar con la violencia y el primitivismo, y definitivamente no resulta ser tan eficaz como aquel ojo que lo observaba todo y que si no te castigaba en este vida, te castigaría en la siguiente.
Siendo conscientes de que somos todavía una especie primitiva, considero que aún no es tiempo de prescindir de Dios y aunque las civilizaciones mas avanzadas de Occidente ya lo hayan reemplazado por otros consuelos, Dios sigue siendo necesario para aquellos que no son capaces de comprender, ni de analizar sus propias conductas y comportamientos, ya sea por falta de voluntad, o por la carencia de oportunidades.
¿Cómo es posible pensar en dejar a Dios, sin que haya nacido El Hombre?
Si nos remitimos a los casos conocidos, en los que se intentó por fuerza hacer desaparecer a Dios, tenemos como ejemplo al comunismo ateo, que no logró con esta supresión la aparición de un hombre inteligente, porque sus formas de dominio variaron sólo en algunos puntos con respecto al dominio religioso; degradando al ser humano a niveles igual de profundos que aquellos que alcanzaron las religiones establecidas; sometiendo y esclavizando la libertad esencial que conforma a todo ser humano.
La inteligencia es incapaz de nacer en un hombre degradado, y sólo aparece en el hombre que percibe su capacidad para elevarse hacia nuevas dimensiones. Por lo cual el ser inteligente no logró aparecer con la propuesta atea del comunismo.
El daño que el comunismo ateo hizo al ser humano no fue inferior al daño que le han hecho las religiones. Y el comunismo ateo se derrumbó porque le faltó un Dios que lo mantuviera intocable. Este Dios ausente, se suplió con el endiosamiento de los dictadores a los que se convirtió en seres absolutos e incuestionables, y en cuyo nombre se podía llevar a cabo toda clase de delitos, sin la obligación de dar explicaciones coherentes, mas que aludir a la voluntad de un «hombre Dios» igual de irrefutable que su predecesor. Pero ese«hombre Dios», cuánto mas tirano se volvía, mas humano se mostraba a los ojos del pueblo. Porque el hombre primitivo tiende a divinizar a todo aquello que le resulta inalcanzable; (siendo la valentía aquello que le resulta mas lejano y la violencia aquello que encuentra mas humano). Por lo cual, cuanto más humano se volvía el tirano, más se alejaba de su posición de Dios incuestionable y admirado.
¡Gracias a Dios! sigo repitiendo, sin saber a cual de todos ellos le estaré agradeciendo. Y mientras reflexiono sobre la cantidad de opciones que poseo al invocar a Dios, escucho aquel susurro Nietzschiano, que adelantándose a su tiempo decía: «Dios ha muerto».
Desgraciadamente, esto sólo ha sucedido para aquellos que como él, fueron conscientes de la posibilidad de un nuevo nacimiento; el nacimiento de un nuevo ser humano que dejaría de necesitar controles externos y muletillas divinas para afrontar los misterios de la vida, como Hombre Inteligente. Cuando este ser humano, capaz de regularse a si mismo aparezca, entonces todas nuestras muletillas divinas se volverán innecesarias.
JR
«El hombre primitivo tiende a divinizar a todo lo que le resulta inalcanzable, siendo la valentía aquello que le resulta mas lejano y la violencia aquello a lo que encuentra mas humano» JR