«Hay un tiempo para ser cowboys y otro para ser ángeles, pero los dos son igual de necesarios para la libertad» JR
La vida no es toda sueño como afirmaba Calderón de la Barca, ni toda lucha como propone Mahoma, sino una sabia combinación entre los dos. Pero resulta complicado saber cuando alternar entre una cosa y la otra.
Todos los pueblos que viven hoy en libertad tuvieron un tiempo para soñar y otro para luchar, porque el sueño no se alimenta sólo de sueño, sino de trabajo duro.
Las luchas históricas de los pueblos por su libertad, las encontramos en todos los libros, en donde se nos permite comprender cómo aquellas libertades a las que algunos consideran una suerte, fueron en realidad el resultado de un proceso trabajoso.
La libertad no se consigue por decreto ni por subsidio, sino con el trabajo de un pueblo que después de luchar por ella, aprende el valor que tiene aquello que ha conseguido, con tanto dolor y con tanta muerte y se empeña en mantenerlo.
Las nuevas generaciones creen que la libertad es una suerte o un derecho que algunos tienen y que a otros se les mezquina. Y no están equivocados en tener esta sospecha, ya que la libertad o la esclavitud llegan a ti, como una más de todas aquellas herencias genéticas que recibes, algo que tienes o te falta, dependiendo del hacer de aquellos que te la heredaron.
Pero el problema aparece cuando nos resistimos a observar qué fue aquello que heredamos y por qué. ¿Es nuestra libertad el producto de un sueño sin lucha? Seguramente no. Aunque el buenísimo actual crea que la libertad baja en forma de paloma blanca y sólo es cuestión de sentarse a esperar a que alguien más te la provea.
¿Y nuestra esclavitud? ¿No será quizás el resultado de un sueño truncado por haber carecido de una lucha adecuada?
Hay un tiempo para ser cowboys y otro para ser ángeles, pero los dos son igual de necesarios para la libertad.
Aunque es recomendable, que antes de optar por cualquiera de estas opciones, conozcamos la herencia de los muertos que pisamos, para saber cual es el sueño que deberíamos ahora soñar y contra qué deberíamos ahora luchar. Diferenciando a aquellas cosas que no debemos dejar pasar, de aquellas por las que nunca valió la pena haber luchado tanto.
JR
«Esa libertad a las que muchos consideran una suerte, es en realidad el resultado de un proceso trabajoso» JR