«¿El estúpido es el otro?»

«Me mantengo atento a aquello que creo estúpido en igual medida que a aquello a lo que creo inteligente, porque he encontrado mucha estupidez en quienes creía inteligentes y mucha inteligencia en quienes creía estúpidos» JR

estupidosloshayentodoslados

Estamos acostumbrados a etiquetar a las personas colocándoles en grupos; como por ejemplo en el de los buenos, en el de los malos, en el de los inteligentes o en el de los estúpidos; como si las personas pudiesen ser agrupadas de un modo definitivo en uno u otro casillero, sin que sea la circunstancia quien en realidad se ocupe momentáneamente, de ubicarnos dentro de uno u otro grupo, en ocasiones distintas.

Quien se asiente voluntariamente dentro de alguno de estos grupos de forma permanente sea quizás el verdadero estúpido, al mantenerse inmóvil dentro de una categoría fija en la cual las personas dejan de ser personas.

Nadie es siempre bueno, ni siempre malo, ni siempre inteligente, ni siempre estúpido, porque éstas son sólo distintas posibilidades que van cambiando de acuerdo a la circunstancia en la que te encuentres y a las desiciones que tomes frente a ellas.

Uno se reconoce un estúpido en un congreso de cirugía vascular cuando uno no sabe nada de medicina, o en una clase de física cuántica si uno es un contable, o en una finca arreando y vacunando ganado si uno es un físico cuántico. Razón por la cual, la posibilidad de sentirnos estúpidos tiene mas que ver con la circunstancia en la que nos encontremos en cada momento, que con una condición inamovible.

Es por eso que hay grupos en los cuales uno se siente inteligente y hay otros grupos, en los cuales uno se siente un estúpido. Quizás uno no sea en realidad un estúpido permanente, sino que la sensación de estupidez momentánea se deba simplemente a que uno se encuentra en ese momento en el grupo equivocado.

Sospecho que es la pertenencia de forma inamovible y voluntaria a un sólo grupo lo que acarrea la inevitable carrera hacia la estupidez permanente, porque la estupidez no es otra cosa que la incapacidad de mover la mente en direcciones distintas y sin dificultad.

El estúpido permanente es alguien que de tanto mirar siempre lo mismo y de la misma manera se ha quedado fijo en su enfoque, perdiendo el contacto con la realidad y con las necesidades de su entorno.  

Es por eso, que para evitar la estupidez a la que todos somos igual de propensos, nos recomiendan la movilidad; esa manía de ir hurgando en distintos ámbitos para darnos cuenta, de que el otro no siempre es tan estúpido, ni nosotros somos siempre tan inteligentes.

JR

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s