«El Fascismo de Izquierdas»

Ya lo advirtió Churchill al acabar la Segunda Guerra Mundial y después de haber derrotado a los nazis; «El nuevo fascismo será de izquierdas».

Y  no se equivocó. 

Por más que muchos considerábamos hasta ahora al fascismo como a un movimiento exclusivo de derechas,

Churchill supo anticiparlo como a un movimiento mutable, e identificarlo como a una tendencia mutable que llevada al extremo e impuesta como partido único, impulsa al totalitarismo.

Un movimiento, ya sea identificado como de derecha o de izquierdas, sin ningún tipo de tolerancia hacia cualquier otra forma alternativa de pensamiento.

Hoy leo con disgusto en la prensa como poco a poco las palabras van mutando su significado hasta amoldarse como un guante a esta nueva forma de fascismo; esta vez de izquierdas.

Maduro ha establecido un nuevo significado para la palabra «odio» que a partir de hoy representa a cualquier tipo de pensamiento contrario al suyo.

Todo aquello que no avale y coincida con su política totalitaria será sentenciado como delito de «odio» y condenado bajo las penas que él decida establecer para este nuevo delito.

Quedando así vedado cualquier atisbo de libertad de expresión que ponga en duda a su gobierno totalitario.

El odio ya no se asocia a los múltiples ataques terroristas que azotan Europa y el mundo entero, porque el fascismo de izquierdas considera a ese tipo de terror como a actos reivindicativos y de justicia. Y por mucho que esto nos llame la atención; la izquierda considera y justifica al terrorismo siempre y en todas sus versiones.

Consideran al terrorismo como a una suerte de libertad de expresión, que se les permite en exclusiva a cualquier movimiento, siempre que sea de izquierdas o que involucre a una ideología política o religiosa llevada al extremo y a la cual se evita condenar para no herir los sentimientos de sus seguidores y provocar que éstos se ofendan o se indignen aún más.

Este nuevo concepto de «odio» queda acotado así y de forma exclusiva a un sólo grupo y reducido a aquellas situaciones en donde se aplique la ley de un tribunal constitucional que haga valer el estado de derecho.

El nuevo concepto de «odio» queda reducido entonces al ámbito democrático y cualquier oposición democrática es odio, mientras el terror de cualquier grupo de izquierdas totalitario es justicia y castigo merecido para sus opresores.

Hay que ir con cuidado en esto tiempos porque en cuanto se cambian las palabras, toda la estructura de valores se mueve junto con ellas.

Las palabras encierran al pensamiento y cuando las palabras mutan de significado, el pensamiento tiende a moverse también hacia esa misma dirección.

Aquello que tú pensabas hasta hoy que era justicia, ahora es odio y aquello que tú pensabas que era odio y terror es ahora la libertad de expresión de algunos grupos selectos. 

Cambiar el significado de las palabras es una forma muy sutil de reprogramar una mente, dándole la vuelta a todos los antiguos conceptos y valores para imponer unos nuevos.

Se le enseña así al individuo que todo aquello que creía correcto es ahora pecado y todo aquello que creía pecado es ahora correcto.

Así lo atestiguamos en los juicios a los nazis, que expresaban una gran sorpresa al ser condenados por sus crímenes. Ellos habían perdido la noción del significado de las palabra «crimen» y sus actos eran percibidos por ellos como simple obediencia a la autoridad sin más.

Los nazis habían obrado según los parámetros en los que habían sido instruidos como el bien y a lo que para su sorpresa, el mundo ahora veía como el mal.

Esta re programación de cerebros es una habilidad psicológica que manejan a la perfección los políticos, los maestros y los lideres religiosos.  Te van dando vuelta los valores y de pronto y sin entender bien porqué comienzas a ver a Sócrates  como al peor de los asesinos y a Stalin como a Jesucristo. 

JR

Un comentario en “«El Fascismo de Izquierdas»

  1. Estimados.
    Excelente análisis. Los fascismos se aplican como adjetivos. En Argentina, los fascistas de izquierda, justifican la violencia como medio de la protesta social. Una bomba o bala o cadáver no es de derecha, de centro o izquierda. El fascismo es una categoría de destrucción y muerte. Sea el pedigree del político que lo use.. Hoy quieren instalar los comunofascistas la «ideología de género». Muy triste. Son marginales, anticiencia y contracultura.
    Mis saludos

    Gustavo Contarelli (Argentina)

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