Siempre desconfié de aquella frase que decía que el equilibrio se encontraba en no estar ni a favor ni en contra de nada.
¿Pero cómo es posible una vida sin ninguna preferencia para alguien apasionado por las ideas?
Me llevó un tiempo poder disociar a la tibieza de la comprensión, ya que la única parcialidad posible es aquella que va hasta el origen de todas las opciones y al comprenderlas arriba a cierto entendimiento.
Todas las ideologías tienen sus razones de ser y nacen de alguna necesidad o carencia y sin necesidad de justificar a ninguna y estudiando su origen, uno logra comprender porqué aparecen.
Recorriendo Estados Unidos uno asiste sin saberlo a una lección de tolerancia, un espacio en donde tantos colectivos diferentes conviven sin aniquilarse entre si, es realmente admirable.
Y definitivamente Estados Unidos es quien ha cimentado las bases para que esta convivencia sea posible a nivel mundial.
Sin embargo, el mundo se empeña en mirar la paja en el ojo ajeno y las conversaciones del año 2017 giraron en su mayoría en torno al racismo de Trump, cuando no existe en el mundo un país más diverso que Estados Unidos.
Si la política da asco es porque exige vender y vender exige agradar a todo mundo. ¿Pero cómo agradar a todo el mundo cuando el mundo es tan diverso?
La respuesta es mintiendo o encontrando una parcialidad posible, que consiste en abordar cada ideología para descubrir cual es su reclamo, porque entendamos primero que toda ideología nace de una queja.
Sin embargo, la máxima rebeldía del tan criticado señor Trump no es su discurso, que encaja perfectamente con el enfado de todos aquellos americanos que le votaron exigiendo más seguridad y trabajo, sino su esposa; la maravillosa Melania, que tiene por sobre todas las demás mujeres americanas una ventaja y es la de ser una extranjera.
(Personalmente no tengo dudas de que dentro del círculo social ultra republicano y católico americano al que supuestamente pertenece su marido, Melania sea mirada con cierto desprecio y desaprobación, aunque todos nosotros la adoremos)
El racismo siempre provoca como reacción movimientos de reinvidicacion (en su mayoría violentos), pero confundir la exigencia de integración, de orden y de respeto de gran parte del pueblo americano con racismo, es un error imperdonable y una forma de manipulación sumamente eficaz.
Todas aquellas normas que atañen al orden y que no se quieren cumplir hoy se sentencian rápidamente como políticas racistas.
Hoy en día si perteneces a cualquier colectivo y algo no te conviene, puedes alegar racismo por casi cualquier cosa y garantizarte indulgencia y un espacio en las noticas de la noche.
Pero el problema es que la ley estaba pensada para ser aplicada por una señora con los ojos vendados, que no entendía de colores, de sexos, ni de ideologías, sino que atendía a un reclamo de justicia detrás de cada queja.
JR