Ha comenzado el mundial de fútbol y junto con él la oportunidad de vivir por 90 minutos cada pocos días, la transitoria experiencia de la igualdad.
Durante esos 90 minutos y únicamente dentro de ese espacio- tiempo todos sufriremos juntos, nos emocionaremos juntos, querremos que el balón se dirija hacia la misma portería, saltaremos de alegría por un gol e insultaremos con la misma indignación las faltas del rival y de los árbitros.
Durante 90 minutos no habrá diferencias sociales, étnicas, culturales, religiosas o políticas de ningún tipo, no habrá más colores que los de la camiseta, ni más canción que aquella que nos aliente a seguir adelante.
Durante 90 minutos todas aquellas distancias que parecían intransitables desaparecerán mágicamente y se fundirá toda brecha en el abrazo de un gol.
Durante 90 minutos seremos hermanos, socios, sufridores hermanados con la mira en una misma alegría conjunta, que nos iguale a todos en una misma felicidad.
Durante 90 minutos no habrá competencia, separatismos, dialectos ni ideologías más que la de esa esfera terrestre, que a veces mágicamente pierde la fuerza de la gravedad y logra ocupar ese punto deshabitado por el portero contrario.
Durante 90 minutos y sólo en ese espacio- tiempo tendrás la oportunidad de percibirla, de flotar ingrávido en un espacio extraño e ilusorio de la realidad.
Y como sólo serán 90 minutos de unos pocos días marcados y no volverá a repetirse hasta dentro de cuatro años (si es que todo va bien); yo te recomiendo que aunque no te guste el fútbol; no te pierdas la experiencia de la igualdad.
JR
» Lo que nutre no es la experiencia, sino el trabajo de hacer zumo de naranja con ella; lo que nutre es el jugo que le exprimes a la experiencia” JR
Muy buena reflexión, disfrutemos de la igualdad aunque sea por un mes!!!!