“ El Distrito Rojo”

El formato digital nos ha permitido acceder a muchas cosas, sin tener que movernos de casa.

Antiguamente, para saber lo que era un distrito rojo, uno debía adentrarse en zonas poco seguras de la ciudad.

Hoy en cambio, el distrito rojo está a un sólo clic de tu ordenador o de tu teléfono; solamente tienes que entrar en instagram o en algunas otras plataformas para ver la cantidad de mujeres y de hombres exponiéndose semi desnudos, a todas horas y en todas las circunstancias imaginables.

Sin tener que pagar entrada ni reservar un Vip, uno accede hoy en día, a contenidos sugestivos y casi pornograficos,de personas que desean conseguir atención como sea.

En la época de la propiedad privada, lo único que parece no ser privado, es la intimidad.

Uno, que creía que sólo debía ser íntimo con los más íntimos, descubre a estas alturas de la vida, que la intimidad es pública y que se vende muy bien en la red.

Es curioso que en esta época en que los partidos de izquierdas han logrado resucitar el boom del feminismo del siglo XIX, movilizando a masas juveniles en pos de una causa que reacciona ante la represión; (cosa que ni conocen, ni vivieron los jóvenes occidentales actuales) y en donde se manifiestan como abusados y exigen no ser tratados como objetos sexuales, pero cuando llegan a casa, se disfrazan de cabaret y suben sus fotos provocativas y sus vídeos sugerentes a la red.

En casa nos enseñaban a que si uno quería respeto, debía respetarse primero a sí mismo. Hoy, imagino que existen otras opciones.

Según me han informado, los creadores de este tipo de plataformas son gente muy cool, generalmente de izquierdas y afiliadas a movimientos verdes y sostenibles, pero que cuando ven una oportunidad, nunca la desaprovechan.

Y observando el gap de niños menores disponibles, estos maravillosos y solidarios humanistas, han creado ahora Tic toc; una aplicación en donde los adolescentes y los niños también pueden jugar a estar en el barrio rojo de Amsterdam.

Todo muy cool, muy inclusivo, muy liberal, muy fluido y progresista.

Son muchos los cortocircuitos a los que estamos sometidos diariamente; y el doble discurso y la doble moral, son sin duda la tendencia.

Uno tiene que cuidarse, porque cualquier denuncia a todo este exhibicionismo virtual es rápidamente tildado de fascista y condenado en aras del libre albedrío de la juventud.

Lo asombroso es que esta nueva generación en luz roja, cree estar creando contenido en la red, sin darse cuenta de que en realidad trabaja en pos de su propia cosificacion y explotación sexual.

Siempre me consideré una persona liberal, pero en esta época y viendo el espanto que veo, suelo sentirme a veces como si fuera un monje budista.

«Las sombras de Grey» es ahora la Biblia de una generación que dice sentirse abusada y utilizada como objeto y que reclama a los gritos a las madres, criar a hombres «buenos» y no machistas; pero a la vez, aspira a pasar noches de torturas sexuales con alguien como Grey. ¿A que todo esto, suena un poco contradictorio?

Y uno acaba sospechando de que esta postura tan victimista es en realidad, una estrategia para enmascarar otras cosas; entre ellas la normalización de la promiscuidad, la vanidad y el exhibicionismo y después, el poder echarle la culpa a otro, de lo que uno se hace públicamente a sí mismo.

JR

Un comentario en ““ El Distrito Rojo”

  1. Esta entrada me ha sumergido en tu realidad, más cercada de la realidad que quizás vivo yo actualmente.
    Me has inspirado antes de mi cafe matutino de hoy , continuaré leyendo.
    Gracias

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